Servidor se confiesa seguidor de Philip K. Dick, quizás por ello me he convertido en un trastornado.
El Budismo enseña la liberación y no la aniquilación; aboga por la disciplina espiritual y no por el torpor o vacío mental. En el curso corriente y personal de la vida debe haber cierto alejamiento, debe haber cierta apertura de una nueva perspectiva en la noción personal si se desea ser verdadero seguidor del Buda.
En Argentina, lo que le pasa al equipo incide mucho en la vida del hincha, ¿entendés? Si el cuadro gana, el hincha se euforiza en su vida personal, particular. Si el equipo pierde, se deprime proporcionalmente, afectando todas sus actividades. Entonces, eso hace que perder o ganar sea muy importante y esa presión se acumula finalmente encima del entrenador. Cuando vivís presionado por esa vorágine resulta que vos, como técnico, terminas pagándolo con algún desequilibrio en tu vida personal.
El viento hincha las vejigas; las falsas opiniones a los hombres estúpidos.
¿De dónde eres? -Soy un fan de Liverpool desde Londres. Bien, entonces, ¿cómo se siente al estar en el cielo?- respondió Shankly
Ahora tengo fan que se pelean por un pedacito de cualquier cosa que les tire desde el escenario. Yo ya fui un gran fan de Led Zeppelin o Pink Floyd. Pero era un fan sereno, curtía por dentro mi admiración.
Si eres muy apasionado parece que lo lógico es ver los frutos de la misma, y los frutos son niños.
Tierno como un suspiro, atento como un escultor, apasionado como el fuego, tu amor, mi amor.
Siempre me he inclinado a pensar bien de todo el mundo; evita muchos problemas.
Si los oprimidos no hubieren tenido donde templar las energías y crearse un alma fuerte contemplando la tierra y sus grandes paisajes, la iniciativa y la audacia hubieran muerto ha muchos siglos. Todas las cabezas se hubieran inclinado ante unos cuantos déspotas y todas las inteligencias hubieran caído en una indestructible red de sutilezas y mentiras.
Sé, como Proust, un fanático del tiempo
Los seres humanos no pueden permitirse el lujo de ser fanático de nada. Ni siquiera de la justicia o la lealtad. El fanático de la justicia termina por asesinar a un millón de indefensas personas para limpiar un espacio para sus tribunales de la ley. Si queremos sobrevivir en este planeta, debe haber compromisos.
El colmo de la locura es proponerse destruir las pasiones. Un devoto se atormenta como un demente para no desear nada, no amar nada, no sentir nada y, si lo logra, se vuelve un verdadero monstruo.
Verdaderamante, las chicas tienen no poco interés en que uno sea devoto y sencillo a la vieja usanza. Si a esto se allana, piensan ellas, también nos obedecerá de igual modo a nosotras.