No nos es tan querido lo duradero, inmóvil: piedra preciosa con un fuego frío, pesada barra de oro refulgente; y las mismas estrellas extrañas, alejadas, no parecen iguales a nosotros, seres transitorios, pues la hondura del alma no la alcanzan.
A mí no me tumba nadie. Derrotar a Chávez es como tragarse un crisol de aluminio o una barra candente de acero. Ni muerto me sacan de Miraflores
¡Oh, la vida aquella, tranquila, fresca y satisfecha como una tinaja! Todo el campo haciéndose ondulado, ancho y luminoso frente a nosotros; el sustento traído y llevado en aparejos de mulos y serones claros; la salud en risas, el día en trabajos y la noche en cuentos...
Hay quien dice que la honestidad no basta para vivir. Y yo sustento que la honestidad no basta cuando se quiere amar aciertas muchachas.
Siempre he sido muy meditativo y yo siento que la música es como un sacramento que habla de cosas magníficas.
La palabra es un sacramento de difícil administración
A nadie es lícito participar de la eucaristía si no cree que son verdad las cosas que enseñamos y no se ha purificado en aquel baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y no vive como Cristo nos enseñó.
Si me distraigo, la eucaristía me ayuda a recogerme. Si se ofrecen cada día oportunidades para ofender a mi Dios, me armo cada día para el combate con la recepción de la eucaristía. Si necesito una luz especial y prudencia para desempeñar mis pesadas obligaciones, me acerco a mi Señor y busco Su consejo y luz.
El día afortunado es como un día de cosecha; en cuanto el trigo está en sazón, hay que apresurarse a recogerlo.
La religión no mantiene a nadie. Tiene que ser mantenida. No produce trigo ni maíz; no ara la tierra; no derriba bosques. Es una mendiga perpetua. Vive del trabajo de otros, y luego tiene la arrogancia de de pretender que ayuda al que da.
No ha cambiado el mismo espíritu que tenía, me gustaba más un micrófono que un chupete