Y en esta hora fría, en que la tierra trasciende a polvo humano y es tan triste, quisiera yo tocar las puertas, y suplicar a no sé quién, perdón, y hacerle pedacitos el pan fresco aquí en el horno de mi corazón...
Para ser trigo de Dios, molido por los dientes de las fieras y convertido en pan puro de Cristo
A nadie es lícito participar de la eucaristía si no cree que son verdad las cosas que enseñamos y no se ha purificado en aquel baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y no vive como Cristo nos enseñó.
La eucaristía y la Virgen son las dos columnas que han de sostener nuestras vidas.
La muerte es un sacramento del que sólo son dignos los más puros: muchos hombres se deshacen, pocos mueren
El amor es un sacramento que debería recibirse de rodillas.
Hasta hoy, la literatura exaltó la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso ligero, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo.
Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo mas de un beso me dieron y mas de un bofetón
¡Estábamos bien! Unidos: mi madre, mis hermanos, mi padre... me pegaba pero... él mandaba. Era un hombre fuerte, alto, sólido, guerrero. Pero debo decir que años después cuando estaba en Nueva York, habría preferido un bofetón de mi padre a esa soledad
¿Qué hacen ustedes aquí, hacinados como ostras serias? Porque ustedes son serios, ¿No es así? Serios, serios, serios hasta la muerte. La muerte es cosa seria, ¿Eh?
Si pudiéramos penetrar en nosotros mismos y extraer los pensamientos como el buzo extrae las perlas... ¡Preciosas perlas de las ostras cerradas del silencio, en las profundidades de nuestra subconsciencia!
No sé si recordarte es un acto de desesperación o elegancia en un mundo donde al fin el único sacramento ha llegado a ser el suicidio.
La palabra es un sacramento de difícil administración
Hasta hoy, la literatura exaltó la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso ligero, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo.
Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo mas de un beso me dieron y mas de un bofetón
¡Estábamos bien! Unidos: mi madre, mis hermanos, mi padre... me pegaba pero... él mandaba. Era un hombre fuerte, alto, sólido, guerrero. Pero debo decir que años después cuando estaba en Nueva York, habría preferido un bofetón de mi padre a esa soledad
Si pudiéramos penetrar en nosotros mismos y extraer los pensamientos como el buzo extrae las perlas... ¡Preciosas perlas de las ostras cerradas del silencio, en las profundidades de nuestra subconsciencia!
¿Qué hacen ustedes aquí, hacinados como ostras serias? Porque ustedes son serios, ¿No es así? Serios, serios, serios hasta la muerte. La muerte es cosa seria, ¿Eh?