En una losa, en el interior de un nicho, descubrió un ataúd viejo, pero vacío, en cuya deslustrada placa reza esta simple palabra: Jervas. En ese ataúd y en esa cripta me ha prometido que seré sepultado.
Un electrón no es más (ni menos) hipotético que una estrella. Hoy en día, contamos los electrones de uno en uno con un contador Geiger, como contamos las estrellas de una en una en una placa fotográfica.
No podemos decir que es necesario primero adoptar métodos capitalistas (luchar por el poder) para luego ir en el sentido contrario (disolver el poder). La historia nos grita que esto no funciona: el termidor estalinista ya está presente en la distinción leninista entre comienzos y desarrollo
Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas. Quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.
¿Ves mi mono para el trabajo? En el lado izquierdo lleva el emblema del Cavallino y yo lo siento latir su corazón al lado del mío
Lo que libera a la metáfora, al símbolo, al emblema de la manía poética, lo que manifiesta la fuerza de la subversión, es el disparate, ese atolondramiento que Fourier supo poner en sus ejemplos, desdeñando todo decoro retórico. El porvenir lógico de la metáfora sería pues el gag.
Mi corazón pende en mi pecho, condecoración a ofrecer
Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. 12 Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes.
El galardón de las buenas obras es haberlas hecho. No hay otro premio digno.
Para mí nunca ha habido un mayor fuente terrestre de honor o distinción que la relacionada con los avances de la ciencia
No hay distinción firme entre lo real y lo irreal; ni entre lo verdadero y lo falso. Una cosa no es necesariamente o verdadera o falsa, sino que puede ser ambas: verdadera y falsa.
Estaré vivo para entregarte tu quinto trofeo mundial (a Senna).
Si hubiera querido un trabajo fácil, me hubiera quedado en Porto -con una cómoda silla azul, el trofeo de la Champions League, Dios, y después de Dios, ¡yo! Para mí, presión es una fiebre de pollo. Le tengo más miedo a eso que a la presión en el fútbol