He leído con profunda emoción el libro y su documentación sobrecogedora. No puedo describir el sentimiento de aversión y odio que embarga mi corazón al leer estos relatos de degradación humana y crueldad abominable. El silencio solo serviría para fomentar la indiferencia moral del mundo, ustedes han cumplido con su deber al publicar este libro y sacar a la luz pública estos hechos
El panorama le dio seguridad. Era un campo dorado que poseía vida. Era la religión de la paz. Un campo que moriría, si sus tímidos ojos fueran obligados a contemplar la sangre. Imaginó a la naturaleza como una mujer que siente una honda aversión hacia la tragedia.
No le gusta el deporte, máxime porque su padre le transmitió su propia antipatía por el ejercicio físico, el cual no es a sus ojos sino una pura pérdida de tiempo y sobre todo de dinero.
Sí la religión en general abriga con respecto a la ciencia antipatía y temor, el cristianismo en particular es el adversario declarado de toda civilización que tenga por objeto aprovechar los recursos de la vida terrestre y hacer que el espíritu descienda hasta las condiciones de esta vida.
El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que toma los sueños por realidades y sus imaginaciones por profecías es un fanático novicio de grandes esperanzas; podrá pronto llegar a matar por el amor de dios.
Si quieres ser justo, a nadie aborrezcas; la justicia de los que odian es la rabia de los fariseos.
No os entreguéis por demasiado tiempo a la cólera; una cólera prolongada engendra el odio
Las religiones son únicamente instrumentos de dominación y de alienación. Los tres monoteísmos profesan el mismo odio a las mujeres, los deseos, las pulsiones, las pasiones y la sexualidad. También detestan la libertad, todas las libertades: la de disponer de sí mismo, de su vida y de su cuerpo sin pedir permiso a la autoridad eclesiástica.
La competencia por alcanzar riquezas, honores, mando o cualquier otro poder lleva al antagonismo, a la enemistad y a la guerra. Porque el modo como un competidor consigue sus deseos es matando, sometiendo, suplantando o rechazando a quien compite con él.
La amistad y la enemistad proceden de la voluntad.
Sigue tus deseos mientras vivas y no hagas más de lo que es debido; no disminuyas el tiempo de seguir tus deseos, ya que desperdiciar el tiempo es una abominación para el espíritu... Cuando ganes riquezas, sigue tus deseos, ya que la riqueza no es ganancia si uno está inactivo.
En Argentina, lo que le pasa al equipo incide mucho en la vida del hincha, ¿entendés? Si el cuadro gana, el hincha se euforiza en su vida personal, particular. Si el equipo pierde, se deprime proporcionalmente, afectando todas sus actividades. Entonces, eso hace que perder o ganar sea muy importante y esa presión se acumula finalmente encima del entrenador. Cuando vivís presionado por esa vorágine resulta que vos, como técnico, terminas pagándolo con algún desequilibrio en tu vida personal.
El viento hincha las vejigas; las falsas opiniones a los hombres estúpidos.
No hay mejor amor que el que nunca ha sido. Los romances que alcanzan a completarse conducen inevitablemente al desengaño, al encono o a la paciencia; los amores incompletos son siempre capullo, son siempre Pasión.
El encono de ciertas mujeres contra las que tienen la desgracia de amar es una prueba del daño que hace, interiormente, la castidad.
Los que albergan pensamientos de odio, celos, venganza y malicia son verdaderamente personas muy peligrosas. Causan inquietud y mala voluntad entre los hombres.
En caridad a toda la humanidad, sin malicia o mala voluntad hacia cualquier ser humano, e incluso sintiendo compasión de los que tienen en esclavitud a sus semejantes, sin saber lo que están haciendo.
Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.
La sospecha es la combinación de la impotencia y de la perversidad humana
La malicia de los unos nace siempre de la estupidez de los otros
La justicia es una noble cualidad, y la injusticia una iniquidad. Es un deber de cada uno ser compasivo y no dañar a nadie, y evitar la envidia y la malicia a toda costa. La sabiduría es la gloria del ser humano, no la ignorancia. ¡Luz, no oscuridad!
Para hacer política justa y sana no basta conocer los hombres; es necesario también amarlos.
Un vino es la más sana e higiénica de las bebidas.
El que pregunta con mala intención no merece conocer la verdad
El azar tiene muy mala leche y muchas ganas de broma.
En España no se respeta la identidad y no hablo de la ideológica sino de la de lugar, de que España es lo que es con lo bueno y con lo malo. Somos un país de broncas, de alegrías y tristezas y de una serie de cosas que nos definen, como la tapa con los amigos, la Guerra Civil periódica que vivimos en España, la mala leche y el toro también.