Ahora se habla de democracia. Nosotros, los españoles, ya la hemos conocido. Y no nos dio resultado. Cuando otros van hacia la democracia, nosotros ya estamos de vuelta. Estamos dispuestos a sentarnos en la meta y esperar a que los otros regresen también.
El más feliz es aquel de quien el mundo habla lo menos posible, sea en bien o sea en mal.
En París solo se me quedaron mirando cuando les hablé en francés; en verdad nunca logré que esos idiotas entiendan su propio idioma
Acaso soy uno de los últimos que deben vivir hasta el final el destino de la cultura judía en Europa. ¿Por qué escribo deben vivir? Porque un poeta no puede dejar de escribir, mucho menos si es judío y su idioma de escritura el alemán.
A la opinión común no le gusta el lenguaje de los intelectuales. De este modo, a menudo quedó fichado bajo la acusación de emplear una jerga intelectualista. Se sentía entonces objeto de una suerte de racismo: querían excluir su lenguaje, es decir, su cuerpo: no hablas como yo, por tanto, te excluyo.
El mundo académico avanzaba hacia un conocimiento cada vez más especializado, expresado mediante una jerga cada vez más opaca.
Todo argot es metáfora, y toda metáfora es poesía.
Yo nací en Corea, así que cuando me trasladé con mi familia a Estados Unidos, aprendí muchísimo del inglés y su vocabulario a través de los cómics. Estaba enamorado de los personajes y los dibujos, así que estas lecturas me ayudaron a conocer el idioma. Los cómics demostraron ser para mí, además de un entretenimiento, un producto educativo.
Aprendí el vocabulario del amo, dueño y patrón, me mataron tantas veces por levantarles la voz, pero del suelo me paro, porque me prestan las manos, porque ahora no estoy solo, porque ahora somos tantos.
Escribir es ante todo poner de manifiesto la intensidad con que uno vive un problema o un concepto. La intensidad de la enunciación nos da pruebas de la veracidad de la preocupación. Creo que no se trata de escribir sobre nada sino desde todo.
La doctrina vincula los individuos a ciertos tipos de enunciación y como consecuencia les prohíbe cualquier otro; pero se sirve, en reciprocidad, de ciertos tipos de enunciación para vincular a los individuos entre ellos, y diferenciarlos por ello mismo de los otros restantes.