Era un animal hermoso, una obra maestra de gallardía que ni el pensamiento era capaz de reproducir.
La gentileza de morir comprende
Bondad en el padre, piedad filial en el hijo; gentileza en el hermano mayor, humildad y respeto en el menor; comportamiento justo en el esposo, obediencia en la esposa; consideración humana en los mayores, respeto en los menores; benevolencia en los gobernantes, lealtad en los ministros y los súbditos
Dios nos envía a esos niños y nos concede la gracia de acogerlos; ya nos enviará con qué alimentarlos.
Así como cuando vivía Jesús iba usted, ¡Oh Madre!, con el cántaro sobre la cabeza a sacar agua de la fuente, venga ahora a tomar agua de la gracia y tráigala, por favor, para nosotros que tanto la necesitamos.
La moderación es la elegancia. La elegancia es moderación, y esta palabra viene de elegir.
El ajedrez es ciertamente un arte, pero yo no pensaba en ello. Sólo el juego preciso y fuerte puede ser bonito... La precisión, en primer lugar. En última instancia, todo se decide por la clase. Luego podemos aspirar a una partida preciosa. Pero para jugar con elegancia y precisión hay que saber mucho y ser capaz de utilizarlo.
Une porte claqua, et, sur la place du hameau, l'enfant tourna ses bras, compris des girouttes et des coqs des clochers de partout, sous l'éclatante giboulée
Se sintió orgulloso y feliz entonces: feliz de estar con ella, orgulloso de su gracia y su porte señorial. Pero ahora, después de reavivar tantos recuerdos, el primer contacto con su cuerpo, armonioso y extraño y perfumado, produjo en él un agudo latido de lujuria.
No hagas estima de ti por tu apersonamiento físico o los bienes que la fortuna te deparó, sino por tu prestancia moral o los bienes del alma.
En Italia un mozo de hotel, un aldeano, un facchino que encontréis en la calle, saben hablar, entender, razonar: juzgan de todas las cosas, conocen los hombres, discuten de política; manejan ideas y palabras de una manera instintiva, pero muchas veces con brillantez, siempre con desenvoltura y casi siempre con acierto.
La danza debe dar la idea de una ligereza y una soltura incorpóreas, por así decirlo. El efecto de las bellas artes tiene como único mérito lo que todas éstas deben tener como fin, el de hacer imaginar almas por medio de cuerpos.
Hacer con soltura lo que es difícil a los demás, he ahí la señal del talento; hacer lo que es imposible al talento, he ahí el signo del genio
Sólo el motivo constituye el mérito de las acciones; y el desinterés les da la perfeccion.
La tradicional lucidez de los depresivos, descrita a menudo como un desinterés radical por las preocupaciones, se manifiesta ante todo como una falta de implicación en los asuntos que realmente son poco interesantes. De hecho, es posible imaginar a un depresivo enamorado, pero un depresivo patriota resulta inconcebible.
De la generosidad de las almas generosas debe formar parte la gracia.
Lubricidad del chivo, generosidad de Dios.
¡Cuántas lluvias de largueza han caído para que el mar distribuyera perlas! ¡Cuántos soles de generosidad han brillado para que las nubes y el mar aprendieran a ser tan espléndidos!
Buscamos la felicidad en los bienes externos, en las riquezas; el consumismo es la forma actual del summum bonum. Pero el consumidor nunca está satisfecho, es insaciable y, por tanto, no feliz. La felicidad consiste en el desprendimiento
La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con dios.
En cuestines de estado, quien tiene la fuerza frecuentemente tiene la razón, y aquel que es débil difícilmente puede evitar estar equivocado a juicio de la mayor parte de la gente.
Feliz aquel que en las cosas de este mundo no se ve obligado por los azares de la vida a poner a prueba la lealtad de su prójimo
Con su propio rincón, junto a un ser querido que le escucha como usted me escucha ahora, ángel mío, con la boca y los ojos abiertos en una noche de invierno.
La felicidad es un ángel con rostro serio.
Correr el hombre debe, y con brío hacerse grande por la ambición.
Te quiero. Te quiero por tu bravura y tu tenacidad, y tu brío y tu implacable dureza. ¿Cuánto te quiero? Tanto que, hace un momento, hubiera ultrajado la hospitalidad de la casa que nos ha acogido a mi familia y a mí, hubiera olvidado la esposa más buena que jamás pueda tener un hombre...
En cada gala de premios era, ¿donde esta Shania? ¿cuando va a volver? ¿cuando va a sacar algo nuevo? El hecho de que ella sea tan memorable significa que ha hecho un trabajo increíble en implementarse realmente a sí misma en la música country a donde nunca, nunca va a desaparecer. Y eso me encanta.
Para algunos hombres que hacen gala de ser demócratas, la democracia es una camisa de fuerza
Amor eterno que se recuece. Adherencia y despeje. Cierto era que Renata lo empujaba a una definición sentimental que sin duda valía la pena. Asentamiento. Creencia. Lo puto, pues, bien visto y por el rumbo correcto.
Estamos en un momento de la historia del planeta donde los latinoamericanos podemos realmente cambiar el rumbo de la historia en un montón de cosas. Si nos unimos y entendemos que, por ejemplo, el valor de nuestros bosques como ecosistemas es mayor que el de la madera, éste es nuestro siglo definitivamente.
Eres como una espada de excelente temple, oculta en la oscuridad de la vaina, y cuyo valor es desconocido para el artífice. Por tanto, sal de la vaina del yo y del deseo, para que tu valor se haga manifiesto y resplandeciente ante todo el mundo.
España fue devuelta a los españoles hacia 1976 (...) Nos hemos encontrado con que el pueblo español estaba vivo, activo, en disponibilidad: ni enfermo ni envilecido ni lleno de odio. Esto ha sido posible porque no ha faltado la levadura o, si se prefiere otra imagen, la sal de la tierra, que ha evitado la corrupción. Y esta sal histórica es una combinación de verdad y libertad.
El verdadero momento en que una mujer deja de querer a su marido no es cuando se decide a engañarlo, sino cuando él se entera del engaño, porque detruye el encanto de engañarle.
Estoy muy contenta de haberlo leído. Me encantó la historia de la monja que comía tan delicadamente con los dedos, que jamás se manchaba de grasa. Nunca he podido presumir de eso, así que empleo un tenedor.
Porque esa distinción entre temporal y poder espiritual es mera palabrarería
Donde hay educación no hay distinción de clases.