Debemos vivir cada día con una suavidad, un vigor y una agudeza del reconocimiento que, a menudo, se pierden cuando el tiempo se dilata ante nosotros en un panorama constante de más días y meses y años por venir
La agudeza consiste en saber la semejanza de las cosas diferentes, y la diferencia de las cosas semejantes.
En Italia un mozo de hotel, un aldeano, un facchino que encontréis en la calle, saben hablar, entender, razonar: juzgan de todas las cosas, conocen los hombres, discuten de política; manejan ideas y palabras de una manera instintiva, pero muchas veces con brillantez, siempre con desenvoltura y casi siempre con acierto.
La poesía de sus costumbres y de sus creencias, de las que mucho se habla, la dejaron en la orilla del océano; acá solo trajeron malos hábitos, viveza y bellaquería, y si no nuestro Leonardo puede decir alguna cosa al respecto.
León repuso con viveza que casi nadie es capaz de comprender a los seres que tienden hacia un ideal.
Lo que uno ve en otra mujer cuando está borracho, lo ven en garbo cuando está sobrio.
Para nosotros, no es un ángel caído del cielo en la animalidad sino un ser en ascendente evolución; no purga sus pecados sobre la tierra sino que hace de ella el escenario de la maravillosa aventura de su vida inteligente, en busca de la libertad y queremos arrancar de esas creadoras fuerzas supremas, el lastre pesado de los siglos de barbarie y de barbarie actual.
Yo tengo más respeto para un hombre que me permite conocer cual es su posición, incluso si está equivocado. Que el otro que viene como un ángel pero que reulta ser un demonio.
En la América de hoy... tenemos a Woody Allen, cuyo humor se ha vuelto tan sofisticado que sólo lo entiende Mia Farrow. Los que crean que Mia Farrow debería volver a hacer películas donde el demonio la deja preñada y Woody Allen debería volver a disfrazarse de espermatozoide, que levanten la mano. Gracias.
El humor es la cara civilizada de la desesperación