Estaba en un campamento juvenil del partido a orillas del río Rímac. No me separaba ni cinco metros de este semidios y me sentía como en la Capilla Sixtina. Era imponente, un vasco antiguo, blanco y con barba, con una enorme cabeza que para mí sólo podía ser sinónimo de una maciza inteligencia
Frente a quienes practican la intolerancia, quiero proclamar una vez más mi fe en la democracia y mi confianza en el pueblo vasco
Su pregunta, perdone que se lo diga, es tonta. Encuentreme, primero, unos profesores que puedan enseñar la química nuclear en vascuence o en catalán. Seamos serios...
Su pregunta, perdone que se lo diga, es tonta. Encuentreme, primero, unos profesores que puedan enseñar la química nuclear en vascuence o en catalán. Seamos serios...