Como en las peores etapas del '55 y del '76 salen como comandos civiles y grupos de tareas, para agredir a los que no piensan como ellos, en forma vergonzosa.
Es verdad que si los hombres intentan discutir sobre cuestiones que están totalmente allende el alcance de la capacidad humana, como las concernientes al origen de los mundos o la organización de un sistema intelectual o de una región de espíritus, pueden durante largo tiempo azotar el aire con sus estériles contiendas y no llegar jamás a una conclusión definitiva.
Los periodistas deben criticar, pero no azotar a nadie.
Pero te extraño a rabiar, al extremo de que nuestra cama no la he vuelto a usar. Y si me cae una aventura, la revuelco en el sofá, por no herir el recuerdo que se anida en el colchón
No nos vamos a poner de acuerdo nunca. Y seremos muchas veces injustos, tomando la humildad por soberbia, la reserva por falta de compromiso, la voluntad de no herir por la voluntad de no saber.
El arte de la política consiste precisamente en saber cuándo es necesario golpear a un adversario ligeramente por debajo del cinturón.
[El Estado] Si rehúsa el bien que se exige de él, es acusado de impotencia, de mala voluntad, de incapacidad. Si intenta realizarlo, se reduce a golpear al pueblo con impuestos redoblados, a hacer mayor mal que bien, a atraerse, por otro lado, la desafección general.
Cada cosa que uno alcanza elimina un motivo para querer alcanzar algo más. ¿Quiero ser un gran escritor? ¿Quiero ganar el Premio Nobel? No si es demasiado trabajo. Qué diablos, les dan el Premio Nobel a demasiados mediocres para que me interese. Además, tendría que ir a Suecia y ponerme un frac y pronunciar un discurso. ¿El Premio Nobel vale todo eso? Diablos, no.
Años atrás algunos decían que estaba muerto para el fútbol. La respuesta está acá... Voy a ser el segundo en alcanzar los 1000 goles
Nuestra pasión es rozar el borde vertiginoso de las cosas. Sigue siendo lo que ha sido siempre: el límite estricto entre lealtad y deslealtad, fidelidad e infidelidad, las contradicciones del alma.
Un director tiene que buscar desafíos, ser creativo, casi rozar la locura y, sobre todo, ser muy práctico.