El que ama, corre y vuela alegremente, porque anda libre y desembarazado
Madrid, deshabitado como mi colchón el verano en que me hice mayor, y ella que ya no llama.
Un solo ser nos falta, y todo está despoblado
Aún un reloj parado tiene razón dos veces al día.
Con esta misma gracia del pájaro el circulaba por Santiago en este menester duro para el alma delicadísima. con gracia pedía, con la gracia humana y con la otra. ya parado ese callejón por nuestra capital, ya no trajina más por sus chiquillos, pero otro habrá que escoja su afán.
No es verdad que el político cesante se quede enfermo de melancolía y quiera volver al paraíso perdido. La púrpura del poder es pesada y deja más alivio que nostalgia cuando se pierde.
Cuando un hombre se casa con su amante, crea automaticamente una vacante de empleo.
La indiferencia es una forma de pereza, y la pereza es uno de los síntomas del desamor. Nadie es haragán con lo que ama.
Dejé de usar ropa cara, abandoné mi adicción a leer seis periódicos al día, olvidé la necesidad de estar siempre disponible para todo el mundo, me volví vegetariano y comí menos. Reduje mis necesidades.
La energía disponible es el objeto principal en juego en la lucha por la existencia y la evolución del mundo