Dícese con poca propiedad que el aburrimiento es un mal común. Podrá ser común el estar desocupado u ocioso, pero no aburrido. El fastidio no cabe sino en aquellos que no tienen espíritu
El abismo no tiene límites ni vacío, porque yo soy el abismo; lo infinito está lleno de mí. Pero yo, a quien nada puede contener, me retiro y no extiendo por todas partes mi bondad, que es libre de obrar o de no obrar: el hado y la necesidad en mí no influyen: mi voluntad es el destino.
El hombre ha nacido libre y por doquiera se encuentra cargado con cadenas.
Versus Entertainment me hizo llegar un guión brillante y arrebatador que, en general, se consideraba improducible. No sólo no dudé un solo segundo en abordar una apuesta tan refractaria al sentido común, sino que le destiné cada gramo objetivo de energía, disponible o no, desde el segundo uno. No es una película de encargo, es un privilegio
El amor es el poder más duradero del mundo. Esta fuerza creativa, tan bien ejemplificada en la vida de nuestro Cristo, es el instrumento más potente disponible en la búsqueda de la humanidad por la paz y la seguridad.
Ya llega mi hora saltaré de repente al vacío sin conocer el estado de putrefacción de mi carne ni cómo los gusanos socavan mis ojos sin tregua ni descanso pienso en la muerte eso quiere decir que mi hora está próxima.
Entre los tontos el vacío se parece a la profundidad. Para el que es vulgar, la profundidad es incomprensible. De ahí viene quizá la admiración del pueblo por todo aquello que no comprende
Siete días de bendición, cada segundo cuenta una historia de resignación. Y en este gran desierto donde un día es como el agua que nunca cayó, ya no hay lluvia para existir.
Amar al otro es renunciar a poseerlo, incluso muerto; renunciar a que vuelva, descubrir que sigue estando ahí, en un silencio que ya no nos causa pavor, en un desierto que se hace acogedor de lo más valioso que tenemos, lo esencial de lo que permanece cuando ya no se puede nada.
El amor de mi hombre no conocerá el miedo a la entrega, ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento en una plaza llena de multitudes. Podrá gritar -te quiero- o hacer rótulos en lo alto de los edificios proclamando su derecho a sentir el más hermoso y humano de los sentimientos.
Se dijo que no debería estar haciendo esto al inspector, que era apenas un empleado, en el lugar equivocado, y probablemente no era un mal hombre. El problema es que los trolls arriba en la plaza probablemente no eran malos trolls y los enanos abajo en la plaza probablemente no eran malos enanos, tampoco. Gente que probablemente no era mala podía matarte.
Como quien toca con un dedo la punta fría del agua, mareándose de sólo su transparencia demasiada, me he puesto yo a mirar el no ser infinito que me aguarda.
Tenemos que permanecer en la barca en que estamos mientras dura el trayecto de esta vida a la otra. Y debemos hacerlo de buen grado y con amor; porque, aunque algunas veces no haya sido la mano de Dios la que nos ha puesto allí, sino la de los hombres, una vez en la barca, estamos allí porque Dios lo quiere, por lo que debemos seguir en ella de buena gana y con gusto