Para el desidioso todos los días son festivos
En un bostezo de horror, tuerce el estero holgazán su boca de Leviatán tornasolada de horror.
Si no apareces en todo el día, todos piensan que estás perezoso o muerto.
Con frecuencia, un perezoso es un rebelde sublevado ante la idea de estar toda la vida atado a un banco, trabajando para dar placeres al patrón, al que sabe más estúpido y sin más razón que la de haber nacido en un palacio en vez de un cuartucho
Dícese con poca propiedad que el aburrimiento es un mal común. Podrá ser común el estar desocupado u ocioso, pero no aburrido. El fastidio no cabe sino en aquellos que no tienen espíritu