¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.
... hay igual o mayor bravura en dominarse a sí mismo que en asustar o agraviar al prójimo...
Me llama la atención la energía que pone mucha gente en denostar la tecnología. ¿Para qué? Ya llegó, está aquí, usémosla en lo que nos conviene y listo, qué tanto perder el tiempo hablando de la vieja máquina de escribir.
Mucho más grande que no admirar nada es no despreciar nada.
No hay adversario pequeño. Nadie debe despreciar ningún adversario
Todo el mundo, sin importar lo fanáticos que sean a la hora de difamar y luchar contra el capitalismo, implícitamente lo homenajean al demandar apasionadamente sus productos
Morir, morir. Qué cómodo. Cuesta más vivir, luchar cada día. Morir por las mujeres es dejarlas viudas. ¡Y desprestigiar a los médicos!
Me preocupa que el ministro tenga esa actitud de energúmeno, donde sólo le importa desacreditar a Sobisch, rodeado de una banda de cuasi mafiosos.
Si se te ocurre alguna vez criticar a un colectivo, siempre serán sus peores representantes los que se den por aludidos, y, para disimular, te acusarán de calumniar precisamente a aquellos en los que no pensabas al formular tu juicio.
Sino lo que es necio ante el mundo lo ha elegido Dios para deshonrar a los sabios; y lo que es débil ante el mundo lo ha elegido Dios para deshonrar a lo fuerte. Y lo innoble ante el mundo y lo despreciado lo ha elegido Dios, y lo que es nada, para aniquilar a lo que es algo.
Fue fácil pronosticar el fracaso absoluto de tan sabio gobierno, porque los hombres son estúpidos y prefieren cobijarse en los brazos de la esclavitud a pararse ante los vientos de la libertad y vivir de acuerdo con este difícil camino, y por su naturaleza prefieren robar que trabajar, dormir que vivir, comer que pensar, traicionar que ser fieles, deshonrar en lugar de honrar.
La burocracia en los países latinos parece que se ha establecido para vejar al público.
(Todo por embarrar el recuerdo de Marisa contra los muslos de otras).
Cuando los nuevos pensamientos echaron fuera todos esos horribles temores, la vida renació en él. La sangre corrió por sus venas y le inundó una enorme fuerza. Su pensamiento científico no tenía nada de extraño. Era una fórmula simple y práctica de desechar a tiempo los pensamientos sin esperanzas, para dar cabida a una enorme determinación y valentía.
Cualquier estudiante de Ciencias, sobre todo si ya no es de los más jóvenes, se dará cuenta de que tiene mucho que aprender y también que tiene que desechar gran parte de lo aprendido con anterioridad.
La erudición suele deslucir el talento, en vez de realzarlo.