Cada uno de nosotros sigue perdiendo algo muy preciado dice cuando el teléfono deja de sonar-. Oportunidades importantes, posibilidades, sentimientos que no podrán recuperarse jamás. Esto es parte de lo que significa estar vivo. Pero dentro de nuestra cabeza, porque creo que ahí es donde debe estar, hay un pequeño cuarto donde vamos dejando todo esto en forma de recuerdos.
La verdadera disciplina del Zen comienza sólo en el punto en que el individuo ha dejado completamente de intentar mejorarse a sí mismo. (...) La razón es que el intento de mejorar o de actuar sobre uno mismo es una forma de encerrar la acción en un círculo vicioso, es como tratar de morderse los propios dientes.
La técnica no puede cambiar la situación social; pueden inventarse o mejorarse algunos procedimientos, pero sólo la política puede resolver problemas sociales. La técnica puede ser una herramienta en esa situación, pero nada más.
Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse
Uno puede recobrarse del orgullo, la cólera, la gula y la pereza; pero es una especie de milagro que se corrija un corazón maligno y envidioso.
Los hombres sienten desprecio por la religión y temor porque sea cierta. Para remediar esto, es necesario empezar por demostrar que la religión no es contraria a la razón; después, que es venerable y digna de respeto; a continuación, hacerla amable e inducir a los buenos a desear que sea cierta y por último, probar que lo es.
Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias. Ay Patria mía.
La propia ciencia, no importa si intenta la búsqueda de la verdad o simplemente la necesidad de obtener el control sobre el mundo exterior, para aliviar el sufrimiento, o para prolongar la vida, es en última instancia una cuestión de sentimiento, o mejor dicho, de deseo: el deseo de conocer o el deseo de realizar
Nunca dejé de escribir, incluso en los momentos más difíciles de mi vida. Escribo para mí y no para dejar algo detrás mío sino para aliviar mi sufrimiento.
En romerías de bizkaínos rara vez ocurren riñas, y si acaso se inicia alguna reyerta, oiréis sanar una media docena de puñetazos y todo ha concluido; asistid a una romería española y sino veis brillar la traidora navaja y enrojecerse en el suelo, seguros podéis estar de que aquél día el sol ha salido por el Oeste.
Llevo sola dos años y estoy muy bien. Mi corazón está cuidándose mucho. No me gusta que me lastimen; estoy un poco cerrada al amor, Algún día pasará. Claro que me quiero casar y tener hijos. Pero primero los corazones tienen que sanar y el mío está en un proceso de sanación.
Además de las otras cosas que hago para cuidar del yo, el tú y el nosotros, invierto en mí mismo y en los demás ese minuto extra ¡Y esa es toda la diferencia!
Me acuso de candor, de haber preferido siempre la inteligencia a la lealtad, de haberme dejado seducir por el brillo de los inteligentes, de no cuidar la fidelísima fidelidad de los fieles
Hay quien cree contradecirnos cuando no hace más que repetir su opinión sin atender la nuestra.
Fue la necesidad la que en un principio llevo al hombre a cazar, criar ganado, cultivar la tierra, hacer herramientas y luego a inventar maquinas. Es el estudio de las necesidades lo que debiera regir la producción. Y seria lógico comenzar por ahí y luego ver como ingeniarse para atender las necesidades por medio de la producción
¿Dónde está la plata que tenemos que cobrar para estar contentos y salir a disfrutar; dónde está el dinero que después de trabajar tiene que sobrarme para el gusto personal, para salir, para vivir, para gozar, para curtir o es que aquí sólo se puede subsistir?
Creo que desearía que el gobierno estableciera una fábrica para curtir cueros, donde pudiéramos hacer buenas sillas y frenos, porque sé cómo hacerlos; el resto del tiempo desearía trabajar en mi pequeña granja, criando ganado y sembrando maíz
Quiero construir un puente de oro tendido al mundo entero para reunir a todos los países en la armonía y el amor que contiene el aikido. Creo realmente en que el estudio del aikido puede unir a todos los pueblos e impregnar al mundo con la fuerza de un amor inmutable.
La felicidad consiste en poder unir el principio con el fin.
El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.
cerrar los ojos... no va a cambiar nada. Nada va a desaparecer simplemente por no ver lo que está pasando. De hecho, las cosas serán aún peor la próxima vez que los abras. Sólo un cobarde cierra los ojos. cerrar los ojos y taparse los oidos no va a hacer que el tiempo se detenga.
Cuando miro las viviendas desalquiladas de Asunción –ya que muchas familias no aguantan más y huyen al campo- pienso en la tierra. ¡Bendita crisis descentralizadora! ¡Caballeros elegantes y tronados, id a rascar la tierra fecunda! ¡Señoras empolvadas, no contempléis más tiempo los figurines de Buenos Aires; id a criar gallinas! La tierra nos salvará, la tierra en que retoñan las razas.
Desde que encontré tus labios, como una mariposa al descubrir su miel, necesito tu boca para embriagar tus noches y tus manos sedientas que alimentan mi piel.