La revolución de una clase para surgir ella sola y sobreponerse a las otras, no sería más que una parodia de las antiguas convulsiones políticas.
No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida
La verdadera disciplina del Zen comienza sólo en el punto en que el individuo ha dejado completamente de intentar mejorarse a sí mismo. (...) La razón es que el intento de mejorar o de actuar sobre uno mismo es una forma de encerrar la acción en un círculo vicioso, es como tratar de morderse los propios dientes.
Nadie nace perfecto. Para todo el mundo existen posibilidades de mejorarse a sí mismo. Las pruebas y dificultades deben de convertir a uno en un individuo mejor en lugar de crear complejos y constreñir la mente y el corazón.
Uno puede recobrarse del orgullo, la cólera, la gula y la pereza; pero es una especie de milagro que se corrija un corazón maligno y envidioso.
Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse
La diferencia entre un hombre inteligente y un tonto radica en que el inteligente se repone fácilmente de sus fracasos, mientras que el tonto jamás logra reponerse de sus éxitos.
La diferencia entre un hombre inteligente y un tonto radica en que aquél se repone fácilmente de sus fracasos, mientras nunca logra éste reponerse de sus éxitos.
La propia ciencia, no importa si intenta la búsqueda de la verdad o simplemente la necesidad de obtener el control sobre el mundo exterior, para aliviar el sufrimiento, o para prolongar la vida, es en última instancia una cuestión de sentimiento, o mejor dicho, de deseo: el deseo de conocer o el deseo de realizar
En mi calidad de empleador y director (..) hice todo lo que pude para aliviar los males de mis empleados; y sin embargo, a pesar de todo lo que hice, con nuestro sistema totalmente irracional de creación de riqueza, de formación del carácter y de organización de todas las actividades humanas, sólo pude aliviar un poco la miseria de su estado.
Cuando la gente comete errores lo último que necesita es que la regañen. Es el momento de infundirle valor y hacerle recobrar su confianza.
Si tuviera opinar sobre una virtud, me referiría a esta virtud: adaptarse a la exigencia, no desmoronarse, no quebrarse, persistir a pesar de la adversidad, enfrentar las dificultades sin pervertirse, pudiendo ser siempre el mismo, estar dispuesto a poner en riesgo lo que poseo, aceptar el reto, el desafío, el cambio, el ritmo, tolerar los picos de dolor, saber sufrir, volver a empezar aun cuando la interrupción se produce cerca del final, recobrar el estado original sin perder salud en la búsqueda de efectividad. No pueden quedar excluidos aquellos que no se convencieron: a aquellos que no se convencieron, hay que admitirles la diversidad, que es muy difícil, admitir que el otro no es como deseamos.
En los penales, los mataba a todos. Me paraba cerca de la pelota para que el arquero no puediera reaccionar y la tiraba suave a la punta... y póngale la firma que iba a cobrar. De 68 me sacaron sólo 4.
Lo que la humildad no puede exigir de mí es mi sumisión a la arrogancia y a la rudeza de quien me falta el respeto. Lo que la humildad exige de mí, cuando no puedo reaccionar como debería a la afrenta, es enfrentarla con dignidad.
Traicionaría el satyagraha si permitiese que en su nombre se cometieran violencias. Nuestra acción, por el momento, debe consistir solamente en ayudar de todas las maneras posibles a las autoridades a restablecer la legalidad. Debemos predicar la verdad y la no violencia, el amor por los seres, antes de lanzar un nuevo satyagraha
Cuando se abre la puerta de la comunicación, todo es posible. De manera que debemos practicar el abrirnos a los demás para restablecer la comunicación con ellos.
El erotismo (...) es un método de disciplina interior que pretende sobreponer la conciencia a la posibilidad ineluctable de la muerte mediante su imitación.
Un manifiesto es una comunicación hecha al mundo entero, en la que no hay más pretensión que el descubrimiento de los medios para curar instantáneamente la sífilis política, astronómica, artística, parlamentaria, agronómica y literaria.
Debemos inquietarnos por curar las simientes, por vendar corazones y escribir el poema que a todos nos contagie