Avanzando constantemente, adelantándose a todo, logrando nuevas conquistas en las ciencias naturales y expandiendo vertiginosamente su cultura materialista, el hombre ha crecido divorciado de la naturaleza y ha terminado edificando una civilización a su medida, como chiquillo caprichoso revelándose contra su madre.
Esa marometa que da el chiquillo en el aire expresa en un solo acto toda la alegría y la magnificencia de vivir.
Yo fui un niño de la guerra. Conocí las llamas privaciones: no me veía privado de postre por una travesura, sino de pan, de leche, de carne, de electricidad, de libertad. Cuando los alemanes fueron obligados a volver a su país, me abalance sobre las cosas como un muerto de hambre. Estaban de moda los cineclubes y nos atiborramos de películas, de análisis crítico, a veces militante
Era muy niño cuando descubrí que la gente se moría. Eso no lo he olvidado nunca; siempre está presente en mí.