Los hábitos arraigados siguen de pie aun después de haber desaparecido las necesidades que los formaron.
Cuando el tiempo sólo sea rapidez, instantaneidad y simultaneidad, mientras que lo temporal, entendido como acontecer histórico, haya desaparecido de la existencia de todos los pueblos, entonces, justamente entonces, volverán a atravesar todo este aquelarre como fantasmas las preguntas: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y después qué?
Pérfido, te atreves a mostrarte ante mis ojos. Después de haberme quitado lo que más amaba. No esperes nada de mí, tú no me has servido: Creyendo vengarme, me has quitada la vida.
En la historia y en la vida, uno a veces parece entrever una ley feroz que dice: que al que tiene, se le dará, al que no tiene, le será quitado
Suprime la vanidad en las mujeres y habrás suprimido la mitad, por lo menos, de ambición en los hombres
El fanatismo es la única fuerza que Dios le dejó al corazón para ganar sus batallas. Es la gran fuerza de los pueblos: la única que no poseen sus enemigos, porque ellos han suprimido del mundo todo lo que suene a corazón
Me han tachado de todo, pero a mí me vale.
Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.
¿Cuánto tiene que ser explorado y descartado antes de llegar a la carne desnuda de sentimientos?
El castillo de sus ilusiones se ha venido sin estrépito, sin dejar rastro, se ha esfumado como un sueño; y él ni siquiera se percata de que ha estado soñando.
La mente es como una mariposa que se posa sobre una rosa o revolotea en un montón de heces hediondas baja en picado a un autobús exhausto.
- ¡Carajo!- gritó. Amaranta, que empezaba a meter la ropa en el baúl, creyó que la había picado un alacrán. - ¿Dónde está? - preguntó alarmada. - ¿Qué? - ¡El animal! Úrsula se puso un dedo en el corazón. - Aquí- dijo.
No es el poder lo que salva sino el amor. Éste es el distintivo de Dios: él mismo es amor. El mundo es redimido por la paciencia de Dios; Y destruido por la impaciencia de los hombres.
Quien pronuncie el veredicto no será un juez divino, puro y misericordioso, ni un sabio tribunal supremo que mire por el bien del Estado y la sociedad, ni un hombre santo y justo, sino un ser miserable destruido por el poder del Estado totalitario. Quien pronuncie el veredicto será un hombre que a su vez ha caído, se ha inclinado, ha tenido miedo y se ha sometido.
Un mequetrefe es alguien que se cree tan jodidamente listo, que no puede estarse con la boca callada. Digan lo que digan los demás, siempre tiene que discutir. Si usted dice que algo le gusta, le juro que dirá que está usted en un error por gustarle eso. Un mequetrefe hace lo que puede para que se sienta usted siempre como un idiota. Diga usted lo que diga, la razón siempre la tiene él.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales