Y de nuevo volvió a sentir que la vida volvía a tener suficiente fuerza para arrastrarla y hacerle reemprender sus tareas, de la misma manera que el marinero ve, no sin cierto tedio, cómo el viento vuelve a henchir su vela pero no siente el deseo de irse otra vez, y piensa que si el barco se hundiera, bajaría con él girando y girando hasta encontrar descanso en el fondo del mar.
Sé previsor, vela en la oración, humíllate en toda ocasión
No abandones tu embarcación en el mar de la suerte, sigue remando, rema con desembarazo y reflexiona una vez más.
Llamar a un Zodiac balsa inflable no es hacerle justicia. Un Zodiac tiene diseño. Tiene hidrodinámica. Está hecho para navegar. La parte inflable tiene forma de herradura; las puntas señalan hacia atrás y se adelgazan, adoptando forma cónica. El suelo de la embarcación está hecho de pesadas tablas entrecruzadas y en la popa hay un codaste que no deja entrar el agua y sostiene el motor.
No me gusta aferrarme a las cosas materiales. Tenía una lancha hermosa y un día se me dio vuelta y se me hundió, tenía un departamento y se me incendió, tuve un montón de cosas y las perdí. Mi seguridad es mi fuerza interior, mi espiritualidad