La gente cree que soy una persona bastante extraña. Eso es incorrecto. Tengo el corazón de un niño pequeño. Está en un frasco de vidrio sobre mi escritorio.
Hablar de lo que uno está escribiendo es como destapar un frasco de un perfume precioso: el aroma se evapora. Hay que mantenerlo cerrado y escribir, es lo mejor.
¡Cuantas tonterías humanas se encierran en ese recipiente que lleva como rótulo: libertad!
Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente
Cuando rodaba, tenía quince años, pero no había botellón en aquellos tiempos. Que yo sepa. Pero yo qué iba a saber, si rodaba un corto los fines de semana
Tenía los hombros, los senos y las caderas demasiado anchos y su sonrisa era demasiado franca y abierta para poder considerarla hermosa, pero era bonita, se la veía sana y llevaba colgada de un largo dedo el asa de una garrafa de vino tinto que balanceaba como si fuese un bolso.
La gente cree que soy una persona bastante extraña. Eso es incorrecto. Tengo el corazón de un niño pequeño. Está en un frasco de vidrio sobre mi escritorio.
Hablar de lo que uno está escribiendo es como destapar un frasco de un perfume precioso: el aroma se evapora. Hay que mantenerlo cerrado y escribir, es lo mejor.
¡Cuantas tonterías humanas se encierran en ese recipiente que lleva como rótulo: libertad!
La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte
Cuando rodaba, tenía quince años, pero no había botellón en aquellos tiempos. Que yo sepa. Pero yo qué iba a saber, si rodaba un corto los fines de semana
Tenía los hombros, los senos y las caderas demasiado anchos y su sonrisa era demasiado franca y abierta para poder considerarla hermosa, pero era bonita, se la veía sana y llevaba colgada de un largo dedo el asa de una garrafa de vino tinto que balanceaba como si fuese un bolso.