Me suele avergonzar que no esté siendo por mí vuestra belleza puesta en rima, pues que a ninguna más tuve en estima desde que os vi por vez primera entiendo.
Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias.
Procura no inquietar tu alma ante el triste espectáculo de la injusticia humana. Sobre esta injusticia verás un día el triunfo definitivo de la justicia de Dios
Eso de que el dinero no da la felicidad son voces que hacen correr los ricos para que no les envidien demasiado los pobres
No tengo suficiente talento para correr y sonreír a la vez, reconoce Emil. correré con un estilo perfecto cuando se valore la belleza de una carrera según un baremo, como en el patinaje artístico. Pero yo, de momento, lo que tengo que hacer es correr lo más rápido posible.
No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.
Que cuando sintamos la tentación de la prudencia, recordemos que tú 'has escogido la debilidad del mundo para derrotar a los fuertes y a los estúpidos, para confundir a los sabios'. Porque la prudencia del mundo es enemiga de Dios.