Jubilosos de abochornar el peligro a bofetadas de coraje, hubiéramos querido secundarlo con la claridad de una fanfarria y la estrepitosa alegría de un pandero, despertar a los hombres, para demostrar qué regocijo nos engrandece las almas cuando quebrantamos la ley y entramos sonriendo en el pecado.
Los hombres geniales son meteoros destinados a abrasar para iluminar su tiempo.
... a Gil Robles debía darle vergüenza haber sacado, como lo hizo, a los frailes y monjas de los conventos mandándoles a votar por las derechas, y a comprar votos. Aquí sí que medió una orden de arriba, una orden de Roma.
Un hombre es un hombre en la medida en que él es un superhombre. Un hombre debe definirse por la suma de esas tendencias que le impulsa a superar la condición humana.
Intentaron superar esta deficiencia (habla del espíritu científico) por medio de fuerza espiritual y física aplicada a través de tácticas kamikazes. La mentalidad no científica de los militares japoneses era también común al resto del país. Esta táctica compensatoria estaba condenada a ser suicida. Lejos de ser motivo de orgullo, debe quedar como una mancha sobre el pueblo de Japón.
Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.
Hay que dejar atrás las cosas malas, o lo que parecía que era malo y lo que hoy en día estoy convencida de que ha sido una experiencia maravillosa
El silencio puede ser, entonces, tanto el corolario excelso de la lucidez como la bruma irremediable en la que se diluye la aptitud y a veces la necesidad de articular una idea o una emoción con la que dejar atrás el mundo de lo previsible y codificado.
La vida de los hombre no se puede manchar por presunciones que no reposan en el conocimiento de la verdad*
Pensar que los buenos tiempos son cosa del pasado sería un fracaso personal. Y un suicidio creativo. Y un error. Piense que, en la época de las cavernas, el arte consistía en manchar las paredes con mierda... De modo que, con todo, hemos ido a mejor.