Después de lo gozado y lo sufrido, después de lo ganado y lo perdido, siento que existo aún porque ya, casi a la orilla de mi vida, puedo recordar y gozar enloquecido: en lo que he sido, en lo que es ido...
Si has de hablar mal de alguien, no lo hagas, pero escríbelo: escríbelo en la arena, ¡cerca de la orilla del mar!
Pero cuanto más se abren ante mí las tinieblas del fascismo, más claro veo que lo humano es indestructible y que continúa viviendo en el hombre, incluso al borde de la fosa sangrienta, incluso en la puerta de las cámaras de gas.
Una esperanza un huerto un páramo una migaja entre dos hambres el amor es campo minado un jubileo de la sangrecáliz y musgo, cruz y sésamo pobre bisagra entre voraces el amor es un sueño abierto un centro con pocas filiales un todo al borde de la nada fogata que será ceniza
En el andén del tren del purgatorio preguntan quién quiere alquilarse un dormitorio en el vagón de la clase ejecutiva donde Dios, el Diablo y sus mortajas juegan los dos tu futuro a las barajas
... no creo que anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas