Es una falsedad del sistema cristiano considerar a las ciencias como una invención humana: lo único que es humano es su aplicación. Toda ciencia se basa en un sistema de principios tan fijos e inalterables como los que rigen el universo. El hombre no puede establecer principios. Lo único que puede hacer es descubrirlos.
Si el sistema se empeña en considerar al ciudadano un potencial cliente y consumidor, podríamos hacer buena esta lógica y proponer una militancia activa de clientes y consumidores convertidos en informatizados insumisos
Para mí un político es un retórico a quien no hay que tener en cuenta y el Gobierno que no haga nada es el mejor.
Todas las obras de arte creadas por la mente sin tener en cuenta el exterior siguen siendo auténticas en todos los tiempos.
La frase cristiana No sólo de pan vive el hombre significa la necesidad de atender a lo material pero sin ser materialista
Yo deseo mucho socialismo democrático. Deseo el comunismo un día, pero para llegar al comunismo es necesario que el hombre se eduque antes. Yo estoy por el socialismo democrático, donde la necesidad de atender al colectivo no haga que se reduzca, se limite, se oprima al individuo.
Al diseñar una vivienda se ha de prestar atención a los espacios necesarios para la vida diaria, como despensas, almacenes, cámaras frigoríficas. Lo más práctico es situar la despensa junto a la cocina.
Si estás dispuesto a arriesgarte a actuar de acuerdo con lo que crees que es verdad y a arriesgarte a cometer errores, aprenderás muy rápido al prestar atención a lo que funciona y a lo que no funciona.
El mejor modo de amar algo, es tener presente que puedes perderlo.
El ajedrecista debe ante todo, tener presente sus propias cualidades, tanto positivas como negativas
Antes que te cases, mira lo que haces Este refrán puede aplicarse por entero al ajedrez. Y lo mejor es no prestar atención a la conducta del rival. Pues es un encuentro reñido puede uno comprender mal a su contrincante o caer en una añagaza psicológica.
¿Cómo se llora a seis millones de muertos? ¿Cuántas velas se encienden? ¿Cuántas plegarias se oran? ¿Sabemos cómo recordar a las víctimas, su soledad, su impotencia? Nos dejaron sin dejar rastro, y nosotros somos ese rastro. Contamos estas historias porque sabemos que no escuchar ni desear saber lleva a la indiferencia, y la indiferencia nunca es una respuesta.
Soy de los que creen que, en España, del rey abajo ninguno puede estar seguro de no contar algún judío entre sus antepasados, y tanto menos cuanto más cerca se encuentra cada cual de las altas jerarquías sociales.
Creo que no soy un buen cantante, pero cuento historias. Hago partícipe a la gente de mis canciones. Tampoco hablo banalidades. Quiero dejar un mensaje, transmitir el testimonio de las personas para que se conozca su historia. Soy un tipo que está atento a lo que pasa. Hablo de temas tabúes y que nadie se anima a contar
Unas veces conviene mirar primero por los demás, y otras veces es preferible cuidar primero de mí mismo. Lo bueno del asunto es que la manera de cuidar de mí mismo suele servir también para otros. Y hacer caso de los demás es una manera de hacerme caso a mí mismo. Eso hace que me sienta equilibrado y lleno de paz.
No hay que hacer caso a la COPE