Aquel que puede negar a Dios ante una noche estrellada, ante la sepultura de sus seres más queridos, ante el martirio, es o un gran infeliz o un gran culpable.
¿Qué es lo que realmente posees y lo que has adquirido en esta vida? ¿Qué perlas has sacado de las profundidades del mar? En el día de tu muerte tus sentidos físicos desaparecerán. ¿Tienes la luz espiritual que ilumine tu corazón? Cuando en la tumba tus ojos se llenen de polvo ¿brillará tu sepultura intensamente?
¡Que lo metan en un cajón y lo embarquen en un avión viejo, junto con la familia, que el entierro lo hagan en otra parte, en Cuba... si no vamos a tener una pelota pa' el entierro! ¡Si ese gallo hasta para morir tuvo problemas!
Deseo que se me haga un entierro solemne y que todos los escritores y artistas me guarden luto durante cinco años
Todo pueblo colonizado -es decir, todo pueblo en cuyo seno haya nacido un complejo de inferioridad a consecuencia del enterramiento de la originalidad cultural local- se sitúa siempre, se encara, en relación con la lengua de la nación civilizadora, es decir, de la cultura metropolitana.
Manos enjoyadas del rubí de mi deseo, la perla de mi tristeza y el diamante de mi beso: llevad a la fosa misma un pétalo de mi cuerpo, manos que sois la vida, manos que sois ensueño.
Hasta que abrieron los ojos, todos simultáneamente; las membranas se deslizaron hacia los lados y mostraron la extraña calma de los habitantes de la más oscura fosa oceánica.