Los canadienses deberían rogar porque los Estados Unidos no se viren dormidos una noche y los aplasten. Deben sentirse dichosos de que les permitamos existir en el mismo continente.
Ser creativo es instar a que el demonio no aceptar nada de segunda mano.
Tres son los medios de atraerse la ruina: las mujeres, el juego y solicitar ayuda de los expertos
Sé valiente-dijo-. En la vida, en el amor y en el sexo. La gente olvida que debe pedir caricias y besos Una caricia, un beso, solicitar el calor de una mano en el ombligo no deben ir acompañados con el sentimiento de que eso provocará o derivará en sexo
¿Qué nos pide el Señor para contribuir a la unidad de los cristianos? orar constantemente, practicar la justicia, amar la bondad y seguirlo.
Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios —ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas— habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: habéis de llevar un manto invisible que cubra todos y cada uno de vuestros sentidos y potencias: orar, orar y orar; expiar, expiar y expiar
Actualmente oigo clamar por doquier: ¡No razones! El oficial ordena: ¡No razones, adiéstrate! El asesor fiscal: ¡No razones y limítate a pagar tus impuestos! El consejero espiritual: ¡No razones, ten fe!
En las arengas destinadas a persuadir una colectividad se pueden invocar razones, pero antes hay que hacer vibrar sentimientos.
Dado que existe una ley como la de la gravedad, el universo pudo crearse a sí mismo de la nada, como así ocurrió. La creación espontánea es la razón de que exista algo, en vez de nada, de que el universo exista, de que nosotros existamos. No es necesario invocar a dios para que encienda la mecha y ponga el universo en funcionamiento.
No siguió el camino más ancho hacia la eternidad, ni tampoco el más angosto, sino que, a fuerza de rezar mucho y disfrutar de una buena mesa, eligió uno intermedio, que podríamos denominar clerical principesco.
Cuando hayas alcanzado tu propia habitación, sé amable con los que han escogido puertas distintas y con aquéllos que aún están en el pasillo. Si están equivocados, necesitan tus oraciones; y si son tus enemigos, estás bajo órdenes para rezar por ellos. Es una de las normas comunes a toda la casa
Así debéis hacer vosotros: manteneos locos, pero comportaos como personas normales. Corred el riesgo de ser diferentes, pero aprended a hacerlo sin llamar la atención.
¿Y desconfiar de los sentidos, negar la existencia real de las cosas sensibles, o pretender que no se sabe nada acerca de ellas? ¿No es eso suficiente para llamar escéptico a un hombre?