En los momentos actuales, toda debilitación de los países democráticos, provocada por la negativa a cumplir el servicio militar, equivaldría a traicionar la causa de la civilización y la Humanidad.
El mejor servicio que pueden prestar al cielo y al bienestar y felicidad de los pueblos, es preocuparse día y noche en educar niños para Dios, para sus padres y para la sociedad...