El vino tórnase bueno cuando resultaba nuevo, duro y áspero, pero se sostiene aquel vino que ya en el lagar era agradable.
Jose Luis Rodriguez Zapatero, que no es la mitad de bueno de lo que el se cree, y es el doble de necio de lo que yo me temia, lleva su fanatismo y su sonriente odio más allá de toda razón.