El sexo es el muñeco de cartón de muchos ventrílocuos
Como a un muñeco destripé tu vientre y examiné sus ruedas engañosas y muy envuelta en sus poleas de oro hallé una trampa que decía: sexo
El Universo se me aparecía ahora como un vacío donde flotaban raros copo de nieve, y cada copo era un Universo.
La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorologistas.