Lo malo de ser alta es que la mayoría de las personas se encuentran en un nivel de vista diferente al tuyo, de modo que te sientes como si estuvieras mirando hacia abajo cuando hablas con la gente, lo cual queda innatural, y ellos tienen que mirar hacia arriba para hablar contigo
Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama.
Es necesario romper, con la mirada dirigida al futuro, la cadena que nos tiene ligados al pasado, y marchar resueltamente.
¿Has visto pasar los barcos desde la orilla? Recuerdan sus faros malabaristas, verdes, azules y sepia, que tu mirada trasciende la oscuridad de la niebla, y más aún, la ilumina a punto de transparencia.
Pero para las lágrimas de amor, los luceros son lindos pañuelitos lilas, naranjos, verdes, que empapa el corazón.
Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me dio dos luceros que, cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco, y en el alto cielo su fondo estrellado, y en las multitudes el hombre que yo amo.
Amarás a dios más que a ti mismo y amarás a tu prójimo tanto como a ti mismo, lo que implica el sacrificio de sí mismo y del prójimo a dios. Pasar por el sacrificio de sí mismo puede ser calificado de locura; pero el sacrificio del prójimo es, desde el punto de vista humano, totalmente inmoral.
No perded de vista jamás que no es la falta lo que pierde a una mujer, sino el escándalo, y que diez millones de crímenes ignorados son menos peligrosos que el más leve tropiezo que salta a los ojos de la gente.
Tu rosa mi rosa, escribirá llameantes taumaturgias, cuando el cielo llueva luceros de miel y titilen luciérnagas de harina.
Eran las cuatro y media de la madrugada. Las estrellas cuchichearon entre sí, detrás de los abanicos, y algo como un enorme chorro de champagne, arrojado por una fuente azul, se dibujó en Oriente. Era el cometa. La luna, esa gran bandeja de plata en donde pone el sol monedas de oro, se escondía, desvelada y pálida, en el Oeste. Los luceros y yo teníamos frío.