El profesor que piensa acertadamente deja vislumbrar a los educandos que una de las bellezas de nuestra manera de estar en el mundo y con el mundo, como seres históricos, es la capacidad de, al intervenir en el mundo, conocer el mundo.
La crítica sólo debe intervenir después de haber discernido si la persona la aceptará o no, después que uno se ha hecho amigo de ella, de haber compartido sus intereses y de haberse comportado de manera tal que nos concede su entera confianza para que tenga fe en nuestras palabras.
No debe dejarse un solo instante de abogar por la unión y el mejor entendimiento de los hombres, a fin de que las diferencias se subsanen y prime siempre sobre las conciencias el espíritu de concordia y de razón, tan indispensable para la paz humana.
EEUU y la UE han perfeccionado el arte de abogar por el libre comercio al mismo tiempo que buscan acuerdos comerciales que los protejan de las importaciones procedentes de los países en vías de desarrollo.
Porque es incomprensible la afirmación de la existencia absoluta de los seres que no piensan, prescindiendo totalmente de que puedan ser percibidos. Su existir consiste en esto, en que se los perciba; y no se los concibe en modo alguno fuera de la mente o ser pensante que pueda tener percepción de los mismos.
Si bien debe existir una coordinación entre la lucha armada y las diversas formas de lucha política, la planificación global y la conducción estratégica de todas las formas de lucha deben estar en manos de la dirección combatiente.
Uno debería estar siempre enamorado. Por eso jamás deberíamos casarnos.
Nunca estés sin una mujer, porque estar sin mujeres, es como estar en prisión, por eso alguien inventó a las prostitutas, para que aquel que no pueda mantener una, al menos pueda alquilarla para tener agradable compañía, así que ya sabes hermano, nunca estés sin mujeres, que eso no es saludable en la vida de un hombre.
Para Francis fue como si el tiempo hubiera perdido el control y el transcurrir ordenado de las horas nocturnas se hubiera sumido en el caos.
Sin crisis no hay cambios, sin crisis no se forman las conciencias; un día de crisis forma más conciencia que 10 años de transcurrir del tiempo, que 10 años sin crisis.
De vez en cuando iba a pasar la noche en la biblioteca pública, para leer. Eso era como ocupar un palco en el paraíso. A menudo, cuando abandonaba la biblioteca, decía para mis adentros: ¿Por qué no vienes más a menudo? El motivo de que no lo hiciera, por supuesto, era que la vida se interponía en el camino. Uno muchas veces dice la vida para indicar el placer o cualquier distracción tonta.
A veces me siento junto a la ventana, viendo al mundo pasar de mí. A veces pienso que no hay nada por lo que vivir y me hundo y lloro. A veces creo que estoy loco, estoy loco, oh muy loco ¿Qué hago aquí, estoy perdiendo el tiempo? Pero entonces miro a mi niña; de pronto no estoy tan loco. Todo cobra sentido cuando la miro a los ojos.
Para mí el patriotismo es más que fidelidad a un lugar en el mapa. Es el respeto a unos valores, a una forma de pensar. Creo que una historia como la mía sólo puede suceder en un sitio como Estados Unidos
No hay hombre tan afortunado que no tenga a su lado, cuando está a punto de morir, alguien que se complace en lo que va a suceder
Ninguna consideración personal se debe interponer en la realización de un deber público.
¿No es ello la causa de todas nuestras revoluciones? Porque entre el Estado, que prodiga promesas imposibles, y el público, quien ha concebido esperanzas irrealizables, se vienen a interponer dos clases de hombres: los ambiciosos y los utópicos.
¿Cómo es posible una vida con Dios en una época en la cual existe un Auschwitz? La separación se ha vuelto demasiado cruel, el ocultamiento demasiado profundo... ¿Nos atrevemos a recomendar a los supervivientes de Auschwitz, los Job de las cámaras de gas, 'Den gracias al Señor, porque Él es bueno, porque es eterno Su amor'?
No sirve para nada proclamar la verdad en economía o recomendar cosas útiles. Es la mejor manera de hacerse enemigos
Cualquier músico, en algún momento de su vida, tiene que empeñar su instrumento si quiere cenar caliente y dormir a cubierto.