Todo hombre es la semilla de un déspota; no bien le cae un átomo de poder, ya la parece que tiene al lado el águila de Júpiter, y que es suya la totalidad de los orbes.
Sólo puede ser intrépido quien conoce el miedo pero lo supera; quien ve el abismo con orgullo. Quien ve el abismo con ojos de águila; quien con garras de águila se aferra al abismo; ése tiene valor.