Había sido honrado, cabal como una escalera de póquer del as al cinco, hasta que se lió con la bofia. Se convirtió en uno de ellos. Su mujer agotó la paciencia y le abandonó.
Mis nuevas canciones son un poco más maduras. Ahora sé cómo manejar a los chicos. En realidad, ni siquiera me lío con los chicos, me lío con los hombres.
El regalo de la felicidad pertenece a quienes lo sacan de su envoltorio
El envoltorio puede ser importante, el contenido debe serlo.
Ningún chico sería mi amigo hasta que le hubiese ganado en una carrera. Y ninguna chica sería amiga mía si no trepaba a los árboles ni saltaba vallas
Después de cada batalla se encogía su corazón, el debía mostrar orgullo cuando sólo sentía horror. Preguntaba siempre al cielo que no había ganado que; pero nunca nadie supo responder
Uno de los fallos actuales es la ausencia de liderazgo joven. Evolutivamente, la manada siempre recurrió a los jóvenes cuando tenía dificultades: atravesar un río, subirse a una montaña
El instinto de la manada siempre lleva a valorar muy alto lo mediocre. Lo aprecia como algo valioso. Creen que son fuertes porque representan a la mayoría. En las capas medias no existen la sorpresa ni el temor. Se empujan unos contra otros para sentir la ilusión del calor. En la mediocridad nadie puede encontrarse a solas con algo, mucho menos consigo mismo. ¡Y cuan felices parecen!
El jefe maneja a la gente; el líder la prepara. El jefe masifica a las personas, las convierte en número y en fichas deshumaniza súbdito por súbdito hasta quedarse con un rebaño sin rostro ni iniciativa. El líder conoce a cada uno de sus colaboradores, los trata como personas, no los usa como cosas.
Cuando a la gente se la despoja de su rostro amontonándola, primero se convierte en rebaño y después en jauría.
Una buena voluntad admirable se concentró en torno a mí: la reducida tropa que mandaba tenía en su estrecha cohesión una forma suprema de virtud, la única que soporto todavía: su firme determinación de ser útil
La tropa de humanoides que se a manifestado en las calles destruyendo y robando todo lo que encontraban, esa es la gente del no
Yo vivo a pie de página, soy una breve nota o menos, una referencia inexplicable, consonantes las iniciales, ni una imagen que de una pista, sólo flota en hoja de papel a punto, ausencia de puntuación, y afuera la vorágine.
Mi existencia, reducida al momento presente, flota en el océano de las cosas creadas como uno de esos átomos luminosos que nadan en el rayo del sol