Por otra parte, los vampiros siempre son hombres. Y lo mismo ocurre con los duendes. Y los dos son peligrosos. Pero ninguno de los dos es ni la mitad de peligroso que una bruja de verdad.
No podía entender por qué fallaban todas sus tentativas de destruir a aquellos forasteros. Empero, era una bruja tan poderosa como malvada, y pronto decidió lo que debía hacer.