Hay que acostumbrar a la gente a vivir de forma más austera, a no derrochar. Hay mucho derroche de energía, no hace falta que cada familia de clase media tenga dos automóviles, lo que hace falta es cambiar el sistema de transportes, mejorar el transporte público, para que la gente no utilice el coche. Lo que hace falta cambiar es el modo de vida, ya que consumo no es sinónimo de felicidad.
El ahorro es poético, porque es creador: el derroche no es poético, porque es destructor.
Odiar es un despilfarro de corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro.
Señores, es un torpeza pretender que en nosotros se corrija un vicio que ha crecido con la edad. Lo seguro es instruir a nuestra juventud en el modo de andar derechos, para que enmendando ellos este despilfarro enseñen después a sus hijos y se logre desterrar para siempre de nuestra posteridad este maldito modo de andar
No existía más que la dignidad ultrajada, la libertad perdida, la dilapidación entronizada, la esclavitud constituida.
Aquí estoy una vez más en esta escena de la disipación y el vicio, y ya empiezo a encontrar mi moral dañada.
¿No es verdad que es mas honroso predicar la rigidez de Esparta que la libre disipación de Babilonia?
La estructura animal, considerada como máquina – aunque cumpla funciones diversas – es más perfecta que la máquina de vapor mejor concebida. Quiere decirse que puede rendir un trabajo mayor con el mismo gasto de energía.
Digo gracias a Dios por el gasto gubernamental. Si el gobierno está haciendo cosas malas, es sólo el gasto lo que previene que el daño sea más grande.
Si no hay consumo en un país, no hay clase media y no hay estabilidad
Hemos de entender, por tanto, que la democracia es un sistema que rechaza las formas democráticas con el fin de facilitar el consumo reducido y la sobreexplotación, junto con el control estatal de la economía, en coordinación con los consorcios nacionales y con las multinacionales; modelo más próximo al fascismo tradicional que a la democracia
Remordimiento es el eco de la pérdida de una virtud.
Pronto me convencí... que toda teorización sería un ejercicio cerebral vacío y por lo tanto una pérdida de tiempo a menos que uno primero compruebe en qué consisten realmente los objetos que pueblan el universo, cómo interactúan sus miembros y cómo se distribuyen por el espacio cósmico.