El Gobierno tiene la voluntad de indultar a la serpiente (ETA) y de que no haya ningún resquicio, de que la banda terrorista pudiera haber atentado o contribuido a los atentados de forma indirecta
Ahora, también te voy a decir una cosa, estoy muy agradecido porque nunca pensé poder defender mis canciones en el exterior, como artista internacional, y que disfrutaría el camino de una manera tan alegre, como la estoy disfrutando hoy en día. No me lo imaginaba.
Cuando la arbitrariedad y la ilegalidad se atreven a levantar la cabeza con insolencia e impudicia, es siempre un signo seguro de que los llamados a defender la ley no han cumplido con su deber.
A los gobiernos neoliberales - terroristas le es más fácil tildar de terroristas a todos sus pobres para justificar su genocidio.
La perversidad es un mito inventado por la buena gente para justificar el peculiar atractivo de otros.
No se puede permitir que los chinos abran sus tiendas en festivos, que los paquistaníes vendan bebidas alcohólicas a partir de las 11 de la noche o que los latinoamericanos tengan sus bares abiertos hasta las cuatro de la madrugada
Me habló de cómo un hombre, un hombre de verdad, no tiene que permitir que la pena lo aniquile. Me repitió una y otra vez que estaba seguro de que el tiempo la suavizaría. Me lo repitió tanto, que me di cuenta de que estaba vencido.
Vivir es asombrarse de estar en el mundo, sentirse extraño, llenarse de angustia ante la contingencia de dejar de ser, comprender la constante probabilidad de extraviarse, la necesidad de hacer amigos entre nuestros con seres, la contingencia de que sean enemigos, y estar alerta a lo genuino y a lo espurreo, a la verdad y al error.
La metafísica no es una discusión estéril sobre nociones abstractas que escapan a la experiencia, es un esfuerzo vivo por comprender desde adentro la condición humana en su totalidad.
Pero esta información basada en el sentido común era muy difícil de programar. El ordenador cometía errores. Se añadían nuevas pautas para subsanar los errores. Aparecían nuevos errores y nuevas pautas. Al final los programas eran descomunales, millones de líneas de código, y empezaban a fallar por su pura complejidad.