Nadie puede librar a nadie de su sufrimiento
Cada día, cada hora, año tras año, es necesario librar una lucha por el derecho a ser un hombre, ser bueno y puro. Y en esa lucha no debe haber lugar para el orgullo no la soberbia, sólo para la humildad. Y si en un momento terrible llega la hora desesperada, no se debe temer a la muerte. No se debe temer si se quiere seguir siendo un hombre
Quizá esto no aparezca tan claro al escribir, pues entonces siempre se alcanza algún resultado debido al talento y a la práctica, lo cual deja muy atrás su procedencia; pero en la lectura se revela inequívoco. Hoy día casi nadie lee; todos se sirven del escritor únicamente para descargar en él, de un modo perverso, los propios excedentes bajo forma de aceptación o repudio.
Ver un asesinato por televisión puede ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio. Si no tienen sentimientos de odio, podrán obtenerse en el intervalo publicitario.
Hoy, que se queman las utopías en el sucio fogón de las vergüenzas, los dramaturgos, son sus signos en el aire, reivindican la última y más indispensable utopía: la de inventar sueños, la de celebrar ritos pánicos a la vida, la de levantar un espejo mágico para que la sociedad vea sus heridas y se ría de ellas.
Ayuda al hombre que trata de levantar su carga, pero no al que la depone.
Si en época normal hay un adagio que dice que es preferible absolver a cien culpables a castigar a un inocente, cuando está en peligro la vida de un pueblo, es preferible condenar a cien inocentes antes que el culpable pueda ser absuelto.
Que no se puede absolver al que no se arrepiente, ni arrepentirse y querer es posible pues la contradicción no lo consiente
El capitalismo imperialista utiliza el poder de la clase feudal, en tanto que la considera la clase políticamente dominante. Pero, sus intereses económicos no son los mismos. La pequeña burguesía, sin exceptuar a la más demagógica, si atenúa en la práctica sus impulsos más marcadamente nacionalistas, puede llegar a la misma estrecha alianza con el capitalismo imperialista.
A la opinión común no le gusta el lenguaje de los intelectuales. De este modo, a menudo quedó fichado bajo la acusación de emplear una jerga intelectualista. Se sentía entonces objeto de una suerte de racismo: querían excluir su lenguaje, es decir, su cuerpo: no hablas como yo, por tanto, te excluyo.
Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón.
El Gobierno tiene la voluntad de indultar a la serpiente (ETA) y de que no haya ningún resquicio, de que la banda terrorista pudiera haber atentado o contribuido a los atentados de forma indirecta
El requisito clave para redimir la integridad de la democracia representativa en la época de los medios de comunicación electrónicos es garantizar que el ciudadano esté plena y debidamente conectado a un foro público abierto y saneado, un foro que sea de fácil acceso para las personas y que se guíe por la meritocracia de las ideas.
El cristianismo es la religión más extraña jamás creada, que cometió un asesinato a Jesús con el fin de redimir la humanidad del pecado de comer una manzana.
Ruego constantemente a Dios para que nazca sobre esta tierra algún gran espíritu, hombre o mujer, encendido en la piedad divina, capaz de librarnos de nuestros horrendos pecados contra los animales, salvar las vidas de criaturas inocentes
¿Es tan bueno vuestro dinero? ¿Comprará vuestro perdón? ¿Creéis que lo hará? Me parece que descubriréis cuando vuestra muerte cobre su peaje, que todo el dinero que hicisteis nunca podrá salvar vuestra alma.
El artista debe describir la vida interior, no la exterior. La abstracción es esencial para el creador. Permite al realizador franquear las barreras que el naturalismo impone. Permite a sus filmes ser no solamente visuales, sino espirituales.
Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra madre era la palabra madre y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba.