Un buen ensayo debe tener esta cualidad permanente; debe bajar su cortina alrededor nuestro, pero debe ser una cortina que nos encierra dentro, no fuera.
Un fracaso en el teatro, por ejemplo, es para mí más estimulante que el éxito. ¿qué hacer en caso de éxito sino bajar la mirada e intentar mostrarse modesto? En caso de fracaso, al contrario, hay que recordarle a la troupe desconsolada que no es el fin del mundo, que, al fin y al cabo, hemos pasado un buen rato juntos.
Mi gente es morena de piel. Viste de manta blanca y calza huaraches... Se adornan con collares de oro o se ata al cuello un pañuelito de seda rosa. Se mueve despacio, habla poco y contempla el cielo. En las tardes, al caer el sol, canta.
Y al caer como un vestido el encanto de la novedad, dejaba al desnudo la eterna monotonía de la pasión que tiene siempre las mismas formas y el mismo lenguaje.
Pues son gentes aquellas que, con alma sometida al interés, hacen de la devoción oficio y granjerías, queriendo comprar créditos y dignidades a costa de mucho bajar de ojos y mucho afectado fervor.
Siempre será más barato mejorar las condiciones de los pobres para que puedan consumir más, que bajar el precio de las cosas para que las puedan consumir los pobres.
Todo nos interroga y recrimina. Pero nada responde. Nada persiste contra el fluir del día. Al centro de la noche todo acaba y todo recomienza.
Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua amigo mío
Las corrientes son el bosquejo de las cascadas donde toman estas su ímpetu, para detenerse luego y precipitarse después.
La televisión en nuestros días, centro de las creencias y las idolatrías inexplicables, ni es creyente ni deja de serlo, es el precipitarse de imágenes que se disuelven en la indiferenciación, es la rutina que de pronto adquiere visos de zarza ardiente.
Las confidencias del amor no pueden ser confiadas al aire sin acarrear desastres. Deben ser reveladas solamente por escrito, no caer en oídos de nadie, disimularse a la naturaleza y a todas las clases de la sociedad.
Podemos observar en la república de los perros que todo el estado disfruta de la paz más absoluta después de una comida abundante, y que surgen entre ellos contiendas civiles tan pronto como un hueso grande viene a caer en poder de algún perro principal, el cual lo reparte con unos pocos, estableciendo una oligarquía, o lo conserva para sí, estableciendo una tiranía
Pero, aunque nuestro pensamiento aparenta poseer esta libertad ilimitada, encontraremos en un examen más detenido que, en realidad, está reducido a límites muy estrechos, y que todo, este poder creativo de la mente no viene a ser a ser más que la facultad de mezclar, trasponer, aumentar o disminuir los materiales suministrados por los sentidos y la experiencia.
¿Acaso no es progreso, por el contrario, si las grandes masas del pueblo cumplen la mayoría de edad en términos económicos, gracias a sus ingresos crecientes, y se hacen responsables de ellas mismas, de manera que podamos disminuir el Estado Benefactor en lugar de inflarlo más y más?
No se puede hablar de decadencia española en sentido estricto, porque para decaer hay que caer desde algún sitio y España no ha llegado a cúspide alguna
En ese mismo momento, cuando en verdad podíamos decir: Vano es el socorro del hombre, quiso Dios, para nuestra grande y dulcísima sorpresa, abatir la furia del mal, y al declinar la malignidad de éste, y aunque aún había un número infinito de enfermos, cada vez fueron muriendo menos.
No podemos atrasar el reloj ni aminorar nuestra marcha hacia delante y, como ya volamos sin piloto y con instrumentos de control, es incluso demasiado tarde para preguntar dónde vamos.
Está muy bien hacer un concierto por un niño que tiene una enfermedad. Pero los autores pagan unos impuestos de cojones, más que Cristiano Ronaldo, y no tienen derecho de imagen que les permita aminorar la carga fiscal o irse a paraísos fiscales, sino que pagan sus impuestos. Pues con mis impuestos quiero que la sanidad pública cure a ese niño.
La igualdad hace disminuir la felicidad del individuo, pero abre la vía para la ausencia de dolor de todos. Al final de la meta estaría ciertamente la ausencia de dolor, pero también la ausencia de felicidad.
La revolución proletaria debería arrojar un rayo de bondad para iluminar la triste vida de las prisiones, disminuir las sentencias draconianas, abolir los bárbaros castigos -las cadenas y azotes- mejorar en lo posible la atención médica, la alimentación y las condiciones de trabajo. ¡Es una cuestión de honor!
¿Y me va a decir a mí alguien en serio que un universo ordenado tiene que provenir de algún pensamiento y algún arte semejantes a los del hombre porque tenemos experiencia de ello?
Si juzgamos por nuestra experiencia limitada e imperfecta, la generación tiene algunas ventajas sobre la razón; porque todos los días vemos a la última provenir de la primera, pero nunca a la primera de la última.
Temes a la imaginación. Y a los sueños más aún. Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos. Pero no puedes evitar dormir. Y si duermes, sueñas. Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos
... los indiduos, los cuales no se distribuyen en naciones, sino por la diversidad de lenguas, de leyes y de costumbres practicadas, y sólo de estás dos, es decir, de las leyes y las costumbres, puede derivarse que cada nación tenga un talante especial, una situación particular y, en fin, unos prejuicios propios.
Antes me veréis trabajar de barrendero que participar de nuevo en el Rally Safari. Walter Rohrl en 1987 tras bajarse del Audi 200 Quattro en el Safari donde terminó segundo.
Conquistar el mundo montado a caballo es fácil, es desmontar y gobernar lo que es difícil
En ese mismo momento, cuando en verdad podíamos decir: Vano es el socorro del hombre, quiso Dios, para nuestra grande y dulcísima sorpresa, abatir la furia del mal, y al declinar la malignidad de éste, y aunque aún había un número infinito de enfermos, cada vez fueron muriendo menos.
El que vive sinceramente y encuentra penas verdaderas y desilusiones, que no se deja abatir por ellas, vale más que el que tiene siempre el viento de popa y que sólo conoce una prosperidad relativa
Nadie captó la ironía en 'Working Class Hero'; esa canción no tenía nada que ver con el socialismo, sino que el mensaje era algo así como: 'si quieres pasar por todo eso, llegarás a donde estoy y esto es lo que serás'. No tiene nada que ver con picar piedra o no tener que picar piedra.
Flotar como una mariposa, picar como una abeja. Tus manos no le pueden pegar a lo que tus ojos no ven.
Todos los asuntos públicos en el Congreso ahora se tratan con intrigas, y no hay peligro mayor de que todo el gobierno vaya a degenerar en una lucha de camarillas.
Si el Estado moderno se encarga cada vez más de repartir beneficencia y previsión a todos lados, a beneficio primero de unos, luego de otros, tiene que degenerar en una institución que estimula la desintegración moral y prepara su propia condena final.
No importa donde estemos, sino hacia donde avanzamos. Para arribar a puerto seguro a veces navegamos con el viento a favor y a veces en contra, pero la cuestión es navegar, no derivar sin rumbo ni permanecer anclados.
Cuando el amor ha sido una comedia, forzosamente el matrimonio tiene que derivar en drama