Sufría del alma y de la ingenuidad del corazón: dos tiranías que abaten siempre al hombre sensible.
Un poco de ingenuidad nunca se aparta de mí. Y es ella la que me protege
Por eso lo más fuerte del hombre es una idea que no se dobla, y lo más formidable de una nación es la pureza de su genio, y el austero afán de conservarlo idéntico a sí mismo.
Se puede adquirir conocimientos y conciencia a lo largo de toda la vida, pero jamás en ninguna otra época de su existencia una persona volverá a tener la pureza y el desinterés con que, siendo joven, se enfrenta a la vida.
La única simplicidad que vale la pena de conservar es la del corazón, la simplicidad que acepta y goza.
La simplicidad es el logro final. Después de que uno haya jugado con una cantidad grande de notas, es la simplicidad que emerge como una recompensa del arte.
No sé si he entregado algo realmente valioso. Los fans dirán que mi música y quizás esté de acuerdo, pero creo que más que las canciones en sí lo que realmente es valioso es la sinceridad que tiene cada una de ellas. Podrán gustarte o no, pero son todas salidas del corazón.
En todos mis actos públicos y privados como su presidente, espero seguir mis instintos de apertura y sinceridad con plena confianza en que la honestidad, al final, resulta ser siempre la mejor política
He mantenido conversaciones absolutamente maravillosas con obispos anglicanos, y sospecho que en un momento de franqueza podrían decir que no creen en la inmaculada concepción, Pero por cada uno de ellos hay cuatro que le dirían a un niño que se va a pudrir en el infierno por dudar.
La franqueza no consiste en decir todo lo que pensamos, sino en pensar todo lo que se dice
Mucho más excelente es la virtud del que permanece fiel a la práctica del bien,aunque el país se halle carente de leyes y sufra una deficiente administración.
Economía no es avaricia, antes bien, es virtud el guardar para los tiempos calamitosos, aun cuando no sea sino en consideración a los herederos
El alma se tiñe del color de sus pensamientos. Piensa sólo en aquellas cosas que están en línea con tus principios y que puedan ver la luz del día. El contenido de tu carácter lo eliges tú. Día a día, lo que eliges, lo que piensas, y lo que haces, es en lo que te conviertes. Tu integridad es tu destino... es la luz que guía tu camino.
Ni en el cuerpo ni en las riquezas hallan los hombres su felicidad, sino en la integridad y la cordura.
Todas las religiones, con sus dioses, semidioses, profetas, mesías y santos son el producto del capricho y la credulidad del hombre quien no ha alcanzado todavía el desarrollo total y la personalidad completa de sus poderes intelectuales.
Todas las ambiciones son lícitas, salvo las que se basan en la miseria o credulidad de la humanidad.