El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio.
La suerte es una flecha lanzada que hace blanco en quien menos lo espera
¡Qué bonito es morirse un día tan blanco! Es verdad que esta blancura me presagia el perdón de Dios, y me recuerda que nada en la vida ha podido romper la verdadera pureza de mi alma.
Siento una gran responsabilidad siempre al escribir una obra nueva, porque una obra nueva es algo que nace del deseo de un compositor con la blancura de algo que no conoces y con lo que empiezas de nuevo a ser compositor
Se pueden adquirir conocimientos y conciencia a lo largo de toda la vida, pero jamás en ninguna otra época de su existencia una persona volverá a tener la pureza y el desinterés con que, siendo joven, se enfrenta a la vida
Qué bello nombre es tu nombre, Uruguay. Nombre para la fruta jugosa de la Patria. Alto nombre apretado de fuerza y de pureza como la luz y el aire que posa entre los árboles. ¡Qué bello nombre es tu nombre, Uruguay!