Ayer, mientras dormías, me quedé mirando la coreografía de movimientos aleatorios de tus ojos.
Toda mirada era un festejo de sol, de estar de abismo iluminado.
Luis Juez cumplió 44 años. Lo festejó junto a su hermano mellizo, aunque por las sospechas de fraude, sin demasiado entusiasmo y confesó: Tuvimos que usar un matafuego porque ya no teníamos aire ni para apagar las velitas
La libertad de opinión, de reunión y de organización es esencial a la democracia, porque no implica ningún juicio del Estado acerca de las creencias morales o religiosas.
¿Qué es el matrimonio? El mito te dice qué es. Es la reunión de la diada separada. Originalmente eras uno. Ahora eres dos en el mundo, pero el reconocimiento de la identidad espiritual es lo que es el matrimonio. Es muy diferente de un amorío.
La vida probablemente es tan antigua como la Tierra; estábamos procurando encontrar en la roca primitiva indicios de sopa o magma original y en cambio encontramos moléculas complejas.
Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio
Al principio creí que se había vuelto loco, pero al regresar a casa no encontré ninguna alteración en su conducta excepto la que se debía claramente al miedo de ser castigado.
Provoca el mayor caos y alteración posible, pero no dejes que te cojan vivo
En la mayoría de los casos sólo pódemos decir que la causa de cada pequeña variación o de toda monostruosidad se encuentra más en la naturaleza o en la constitución del organismo que en la naturaleza de las condiciones circundantes
Bob Dylan es uno de los cantantes de blues más importantes del mundo occidental; arte antiguo, rápida improvisación, variación eterna, formulación clásica, visión profética...
Soy huérfano. Deambulo por el Dunsboro colonial con los pollos deformes de nacimiento, los ciudadanos drogadictos y los niños de la excursión que creen que este jaleo tiene algo que ver con el pasado real. Uno puede fingir. Uno puede engañarse, pero no se puede recrear lo que ya terminó.
De haber escrito mi propio epitafio este hubiese sido: Tuve una riña de enamorados con el mundo.