Me aborrecen la aburrida rutina de la existencia. Yo imploro de exaltación mental.
El Opus Dei es la expresión de un catolicismo de cruzada, de lucha y de exterminio, de exaltación de la voluntad con fines belicistas.
La divinización del mercado, que compra cada vez menos y paga cada vez peor, permite atiborrar de mágicas chucherías a las grandes ciudades del sur del mundo, drogadas por la religión del consumo, mientras los campos se agotan, se pudren las aguas que los alimentan y una costra seca cubre los desiertos que antes fueron bosques.
Requiere más esfuerzo verlo así, porque solo los que luchan tocaran el frenesí
No hay infierno, no hay infierno, excepto el frenesí de la vida.
Más gente significa mayor riqueza de ideas, más entusiasmo y más energía.
En una patria llena de dificultades el entusiasmo la actitud siempre positiva la sonrisa de la mujer colombiana su compromiso de todas las horas tonifica el espíritu en el momento de las mayores dificultades *
La violencia del Estado totalitario es tan grande que deja de ser un medio para convertirse en un objeto de culto místico, de exaltación religiosa.
En algunos instantes creí tocar el alma del amante y alcancé a soñar con la posibilidad de una relación más profunda, pero al día siguiente tomaba otro avión y la exaltación se diluía en las nubes.
La canonización de santos es otra religión del gentilismo.
La canonización inmisericorde de la regla de las cuatro verdades: semiabsolutismo, gobierno de los nobles, militarismo, y despotismo policial se erigieron como la amarga verdad
Era inevitable. No podía eliminar mi diario cuando alcanzaba el clímax de mi vida, en el preciso momento en que más lo necesitaba para conservar mi sinceridad, por grande que fuera mi crimen.
La gente cree que son originales en sus creaciones cuando en realidad son una culminación emergente, es todo una constante evolución de información, construída sobre información
Soy hermosa. Mi belleza se aparta por completo de lo usual. Estoy hecha para el deleite. Pero ¿Qué saco yo de ello? ¿Dónde está mi recompensa? Tal era el cambio al cabo de diez años; ésa era, verdaderamente, su recompensa: esa tristeza inquietante y mágica que hablaba directamente al corazón y enmudecía; la culminación de su belleza.