Siempre he cocinado con el objetivo de aportar algo técnico y conceptual a la cocina y de emocionar a los clientes.
Me es posible mezclar mi aliento al suyo, embriagarme en la contemplación de sus facciones sin que me considere sospechosa de impureza y engaño. Teme que mi seducción le haga violar sus votos. ¡Qué injusto es! Si quisiera excitar su deseo, ¿Le ocultaría con tanto cuidado mis facciones? Esas facciones de las cuales a diario le oigo decir...Se interrumpió y se sumió en sus reflexiones.
Como él se acostumbró a sus encantos, dejaron de excitar los mismos deseos que inspiraban al principio. Agotado el delirio de la pasión, Ambrosio tuvo tiempo para observar todos los defectos menudos y, donde nos los había, la saciedad lo hizo imaginarlos. El monje estaba saciado por la plenitud del goce. Apenas había transcurrido una semana cuando se cansó de su amiga.
Si cultivas con excesivo mimo el jardín secreto de tu alma, puede llegar a hacerse demasiado exuberante, a desbordar el espacio que le corresponde y, poco a poco, a invadir otras regiones de tu alma que no estaban llamadas a vivir en secreto. Y así puede ser que tu alma entera acabe convirtiéndose en un jardín cerrado y, pese a su esplendor y su perfume, sucumba a su propia soledad.
Vuelven los peces a agitar la noche en el borde umbrío de nostalgias, el recuerdo de tu última partida sobre el fugaz polvo de la tierra.
Cedazo que filtras mis sentimientos, que sólo dejas pasar besos y deseos, grano que germinas en mi corazón: loca maravilla, bastan tus cejas para agitar mi aliento.
Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa
Siento que sueno más para el hombre que para la mujer misma. Canto para darle frases y alternativas al hombre que intenta enamorar a su pareja. Creo que cuando las mujeres oyen lo que escribo precisamente no piensan en mí como cantante, sino en lo que les gustaría escuchar de la voz de la persona que aman.
Los demagogos sociales emplean las promesas del Estado Benefactor y de la política inflacionaria para seducir a las masas y cuesta advertir a la gente de modo convincente acerca del precio que todos habrán de pagar al final.
El sentimiento y el arte de seducir son dos cosas muy diferentes; y, ¿para qué gastar el primero si triunfáis mediante el segundo?
Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección.
No podemos tenerles simpatía a quienes tratan de arrebatar el poder del gobierno para satisfacer sus propios intereses personales.
Sólo habría podido decirte: eres mi amigo, mi buen y querido amigo. Lo siento mucho, pero estoy enamorado de ella. (Con un repentino gesto de fervor) La amo y te la voy a arrebatar como sea, porque la amo.
Cualquier cosa puede volver loco a un hombre porque la sociedad se asienta en bases falsas.
¿Para qué el colegio? para atormentar a los niños, para obligar a los niños de la escuela 1567 a ser esclavos y a ser obreros y ser juniors, para obligar a los niños del Saint George y del Grange a ser gerentes o a ser abogados, no les preguntan qué quieren ser
El escritor es un insensato que, no contento con haber aburrido a los que han vivido con él, se obstina en atormentar a las generaciones venideras.
Habrá que mortificar la carne y obligarla a obedecer al espíritu, hasta que esté dispuesta a todo
Cualquier necio destruye, el sabio es aquel que construye. La ignorancia es hacer padecer a nuestra mente.