Es un enorme error pensar que el gran cambio tiene que venir desde los partidos políticos. No, tiene que venir desde cada uno. Los seres humanos tenemos que aprender a respetarnos a nosotros mismos y después respetar a los demás. No sé quién dijo que primero tenemos que aprender a tolerar, pero que mejor que eso es aprender a respetar al otro.
No hay mejor manera de respetar al rival que meterle el máximo número de goles que puedas.
Si pudiéramos observar el interior de la cabeza de un jugador de ajedrez, encontraríamos ahí un mundo lleno de sentimientos, imágenes, ideas, emoción y pasión.
Descubrí, aunque inconsciente e insensiblemente, que el placer de observar y razonar era mucho mayor que el que reside en la destreza y el deporte
Atrás quedarán quienes en su accionar público han mostrado ser ineficientes e incapaces de atender las responsabilidades que les hemos confiado los dominicanos; los que sólo pueden venderse en los medios como un producto pues no pueden mostrar logros de gestión que hayan mejorado la vida de los y las ciudadanas en su paso como ex-legisladores, ex-ministros, o ex-presidentes.
Hay que atender no sólo a lo que cada cual dice, sino a lo que siente y al motivo porque lo siente.
Ocupar en la tierra el puesto que le corresponde en vez de aceptar el que le designan: pedir y tomar su bocado; reclamar su techo y su pedazo de terruño, es el derecho de todo ser racional.
[El hombre] no debe aceptar a Dios por su bondad o su justicia, sino que debe comprenderlo en la sustancia pura y limpia en la que él se comprende a sí mismo en su pureza. Pues la bondad y la justicia son un vestido de Dios que le ocultan. Por eso, aparta de Dios todo cuanto lo reviste y tómalo puro en el vestidor en donde está descubierto y desnudo en sí mismo. Entonces permaneceréis en él.
El progreso humano tiene su precio, cada ganancia produce automáticamente una pérdida o sacrificio. A cada uno de nosotros nos afecta algo negativo todos los días. Uno de los grandes desafíos en la vida es tener la sabiduría para reconocer esas fuentes de negatividad, y el coraje para arrojarlas fuera de nosotros.
Esta es la más refinada sutileza del sistema: inducir conscientemente a la inconsciencia, y luego hacerse inconsciente para no reconocer que se había generado un acto de autosugestión.
Pero cuando asumimos al gobierno, las reservas de oro ascendían a 125 millones y medio de dólares, y el conjunto de oro y divisas a poco más de 250 millones de dólares. A su vez el 1 de mayo al 31 de diciembre habrá que cumplir con compromisos por valor de 645 millones de dólares en el exterior. No disponemos por lo tanto, ni de un gramo de oro en el Banco Central para YPF.
Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino
El niño pobre ha de ocupar un puesto en la escuela, no según su condición y fortuna, sino según su capacidad. Ha de poder, si sus actitudes se lo permiten, seguir todos los grados, competir con el rico, ocupar un puesto a su lado y aún sobrepasarle.
Y así es como los que nos iluminan son los ciegos. Así es como alguien, sin saberlo, llega a mostrarte irrefutablemente un camino que por su parte sería incapaz de seguir
El ajedrez es la forma de conformarse del hombre para saciar su sed, su nostalgia de infinito, conformarse en hacer la guerra allí en un espacio limitado pero al mismo tiempo capaz de alojar al infinito. ¿Cuál es el infinito? Las infinitas complicaciones que crean entre si las piezas del ajedrez.
Cuando las cosas no quieren conformarse con nosotros, nosotros debemos conformarnos con ellas.
No se conviertan en grandes hombres, si no tienen el valor de hacer caso omiso de un montón de cosas innecesarias.
Vivíamos, como era normal, haciendo caso omiso de todo. hacer caso omiso no es lo mismo que ignorar, hay que trabajar para ello.
Gracias a la cooperación de la mano, de los órganos del lenguaje y del cerebro, no sólo en cada individuo, sino también en la sociedad, los hombres fueron aprendiendo a ejecutar operaciones cada vez más complicadas, a plantearse y a alcanzar objetivos cada vez más elevados
No puede ejecutar cosas grandes el que tiene su atención en las pequeñas.