En el altar de tu reja digo una misa de amor, tú eres la virgen divina y el sacerdote soy yo.
Esto es lo que yo puedo llegar a hacer en la arquitectura de paisajes, si así quieres llamarla arquitectura hecha con muros, con juegos espaciales de dónde vas de una reja a otra reja, o de una fuente a otra.
El libro realiza una multitud de tareas, algunas soberbias, otra deprorables; distribuye conocimientos y miserias, ilumina y engaña, libera y manipula, enaltece y rebaja, crea o cancela operaciones de la vida. Sin él, evidentemente, ninguna cultura sería posible.
Te siento en el encanto, te siento en la harmonía que tienen las nereidas de lánguida dulzura; bajo la luz plateada, cerca la mar sombría un sueño me pareces de indecible ventura.
Hay motivos para un optimismo cauteloso de que ahora podemos estar cerca del final de la búsqueda de las leyes últimas de la naturaleza