(...) el amor por la gloria era lo más verdaderamente humano que hay en el hombre, y, consecuentemente, su cara más genuina.
No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio
No hay hombre tan falto de amigos que no pueda encontrar alguno con sinceridad bastante para decirle alguna verdad desagradable
Cultivar el hábito de afirmar a la gente, de darles a conocer con frecuencia y con sinceridad que creemos en ellos sobre todo si son adolescentes que están pasando por su segunda crisis de identidad es sumamente importante. Es una inversión relativamente pequeña que produce unos resultados incalculables e increíbles.
La razón por la que francamente pienso que es una pérdida de tiempo involucrarse con juicios de valor moral acerca de la violencia de las personas, es porque no avanza ni un ápice nuestro conocimiento, ni de las causas, ni de la prevención del comportamiento violento
Yo diría sin lugar a dudas que no hay otra cosa más digna que ayudar al prójimo sin tener en cuenta banales prejuicios humanos. La única explicación que yo encuentro a tu cambio de actitud es la de que tú no quieres a este hombre como él tiene derecho a esperar de ti, y en tal caso no te queda otro remedio que decírselo francamente en cuanto puedas.
Este es el momento oportuno de decir la verdad, toda la verdad, con franqueza y valentía.
No creo que cualquiera de nosotros pueda hablar con franqueza sobre el dolor hasta que ya no lo aguantamos más.
Unicamente con verdad no se escribe poesía, hay que persuadir.
¿Cómo no será absurdo que cuando uno es feliz no se reconozca con verdad la felicidad que posee por no querer declarar felices a los que viven, a causa de las mudanzas de las cosas y por entender la felicidad, mientras las vicisitudes de la fortuna giran incesantemente en torno de ellos?
Gracias de corazón y pido perdón por mis errores
La bondad de corazón y la equidad de un hombre honesto vale cien veces más que la amistad de un bellaco
Pero el hecho de que cada hombre económico, en cualquier país, acepte cambiar sus bienes por pequeños discos metálicos aparentemente carentes de utilidad como tales, o por documentos que los representen, es un procedimiento tan opuesto al curso normal de los acontecimientos que no puede parecernos sorprendente que hasta un pensador tan distinguido como Savigny lo encuentre claramente misterioso.
Porque yo veo claramente que sólo hay un Uno, el cual existe por sí mismo y es el sujeto de todos los demás atributos.