No hay nada tan conmovedor como un enamorado que se llega a las puertas de la amada y cuenta sus penas a los goznes y a los cerrojos.
No hay nada más conmovedor que la risa de una mujer bella que ha llorado mucho.
Yo solía decir que la noche que revelé la primera fotografía de rayos X que tomé de la insulina en 1935 fue el momento más emocionante de mi vida. Pero un sábado por la tarde a finales de julio de 1969, cuando nos dimos cuenta que el mapa de densidad electrónica de la insulina era interpretable, ese momento estuvo muy cerca
Para llevar una vida feliz es esencial una cierta capacidad de tolerancia al aburrimiento. La vida de los grandes hombres sólo ha sido emocionante durante unos pocos minutos trascendentales. Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de hombres de escasa valía
¿Eres Tú?..Lo que siento dentro de mis entrañas ¿No es el pulso amoroso de tu toque divino?
El ser amado es reconocido por el sujeto amoroso como átopos, es decir como inclasificable, de una originalidad imprevisible. Es átopos el otro que amo y que me fascina. No puedo clasificarlo puesto que es precisamente el único, la imagen singular que ha venido milagrosamente a responder a la especificidad de mi deseo. Es la figura de mi verdad.
Las mujeres gustamos de las cosas extraordinarias y atrevidas, de lo romántico y valeroso; todas esas cosas tienen gran atracción para la mujer.
El secreto de la felicidad, o, por lo menos, de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor. Y, si es posible, eliminar el amor romántico de tu vida, que es el que hace sufrir.
El hombre dado a lo sensible se rie a menudo cuando no hay de qué reírse. Su bienestar interior sale a relucir sea cual sea el móvil que lo estimule.
Se debe escribir: de la agricultura, con llaneza; del derecho, con sencillez y probidad; de la política, con gravedad; de la moral, con grandeza; y de las cosas espirituales, con sensibilidad; o mejor: escribir de todo lo que es materia con solidez, y de todo lo que es sensible con espíritu.