No permitas que tu vida se vuelva demasiado regular. Podrás encontrar satisfacción en ello y en un año tener una panza y un hijo. Todo derrumbe ocurre de prisa. Y a menudo cae el más fuerte sin poder ponerse de pie de nuevo.
Lo insaciable no es la panza, como el vulgo afirma, sino la falsa creencia de que la panza necesita hartura infinita