El bar es resonante como una concha marina. Todas las voces brasileñas pasan por allí.
Los disparos produjeron un eco áspero y resonante en el estrecho espacio que había entre las paredes de ladrillo. Terry extendió el brazo, puso la pistola a la altura de los ojos (la Tokarev rusa, que era grande y pesada y parecía un Colt 45 antiguo) e hizo con ella la señal de la cruz sobre los muertos.
Es adagio que río que crece de súbito, crece con aguas turbias. Y el torrente estruendoso deslumbra, se despeña, salta, devasta, más no hace buenas las tierras comarcanas, como el agua serena del arroyo. El azar, como Saturno, devora a sus hijos. Los hijos de Ceres y de Jano, de la agricultura y la paz, duran más que los hijos de Saturno.
Una gran revolución no es más que un crimen estruendoso que destruye a otro crimen.
Manos que pueden agarrar, ojos que pueden dilatarse, pelo que puede erizarse, si debe; estas cosas son importantes, no porque una altisonante interpretación pueda encajarse sobre ellas, sino porque son útiles.
Aún hoy, en medio del fracaso más estrepitoso del que se tenga memoria, los responsables directos de ese fracaso, acá en 2001 y hoy en Europa, pretenden seguir dándole al mundo la misma medicina que nos dieron a nosotros
El dolor es más llamativo que la felicidad
El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón, pero su eco dura mucho más.
A los suicidas les encantan los puentes: es la salida más espectacular de este Teatro de Locos.
Es un orgullo jugar junto a cualquiera de ellos. Todos tienen un nivel espectacular y me ayudan muchísimo en mi trabajo. Cualquier entrenador querría contar con jugadores como ellos. Es un orgullo jugar con esta selección. En la Copa del Mundo Sudáfrica 2010