En todas las organizaciones las expresiones clave son flexibilidad, rentabilidad, justo a tiempo, cronocompetencia, demora cero: orientaciones que dan testimonio de una modernización exasperada que vuelve a encerrar el tiempo en un lógica de la urgencia.
La demora de la justicia significa injusticia
Las procesiones, los curas, los amos, el pongaje, la servidumbre, las exacciones, el atraso en el cultivo continuaron
Sin desarrollo nacional no hay bienestar ni progreso. Cuando hay miseria y atraso en un país, no solo sucumben la libertad y la democracia, sino que corre peligro la soberanía nacional.
Estamos juntos para no dejar que nuestro país retroceda, en la lucha para no dejar que las fuerzas del atraso vuelvan, en la lucha para no dejar que aquellos que siempre gobernaron este país para los ricos vuelvan para excluir a los más pobres
Las procesiones, los curas, los amos, el pongaje, la servidumbre, las exacciones, el atraso en el cultivo continuaron
En aquel momento se podía pagar con cheques una vivienda, no necesitaba sacar los dólares del banco, llevarlos a un escribanía. Todo eso que ocurre ahora, tiene que ver con un retroceso que se produjo por presiones de los sectores interesados
El tiempo no puede ser detenido, no puede ser invertido, no puede ser retenido. Es unidimensional. No hay retroceso posible. Y en última instancia, el mismo proceso del tiempo es muerte, porque estás perdiendo ese tiempo, te estás muriendo.
Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la Patria
De esperar se trataba, pintaba esperanza. Y aprendimos a esperar, sin pensar que la espera pudiera ser tan larga. Esperábamos dentro de las casas, al calor del brasero, en nuestros cuartos de atrás, entre juguetes baratos y libros de texto...
El autentico borracho se complace en sumergirse poco a poco en el entorpecimiento
Que mi detención no perturbe a mis compañeros o a la gente en general, gracias a ella no soy yo sino Dios quien guía al movimiento.
La obsesión por el agotamiento de las reservas y por la detención de los motores, la idea de una decadencia no reversible, traduce ciertamente esta angustia propia del hombre moderno.